IX

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Bajo las escaleras corriendo con el estómago vacío y me encuentro a Nicolas cocinar rápido.

— ¿No dijiste que ya estaba hecha la cena?

Se gira de golpe al darse cuenta de que estaba ahí, abre la boca para responder pero la cierra dándome un repaso de arriba a abajo sonriendo.

— Bonito pijama.

Me pongo roja y miro hacia abajo viendo la elección que hice.
Nicolas me dijo que le encantaban las estrellas, así que me puse un pijama blanco con estrellitas amarillas alrededor.

— Puedes ir a ducharte si quieres, hay un baño al lado de mi habitación.

Asiente quitando la salsa del fuego y precalentando el horno,— si en 15 minutos no salgo, mete la masa de galletas al horno, pero baja la temperatura a 180° primero. Y ponte guantes.

— Sí, señor.

Hago el saludo militar y él sonríe antes de irse corriendo al baño principal para darse un baño.

Reviso todo antes de ir a la habitación de mi padre para coger un pijama suyo y dejárselo a Nicolas en una silla junto a la puerta.

— ¡Te he dejado un pijama al lado de la puerta!

— ¡Espero que sea de estrellitas también!

Me río y me dirijo hacia la cocina para hacer lo que me dijo Nicolas.

Temperatura.

Masa de galletas dentro.

Listo.

Bajo la temperatura y al abrir el horno sale todo el aire caliente que hace que me aleje un segundo. Agarro el molde donde están las galletas y con cuidado lo acerco al horno.

— Ey ey, ¿ dónde vas a meter las manos sin guantes?

Me sobresalto al escuchar a Nicolas detrás mía y él niega con la cabeza haciendo un ruidito de desaprobación antes de quitarme el molde de las manos y meterlo él mismo en el horno con rapidez.

Lo miro con los brazos cruzados— tú no los has utilizado.

— Y te dije que tú si lo hicieras, pero ni caso.

Ruedo los ojos y lo miro de arriba a abajo con la ceja encarada.

¿Este señor quiere matarme?

— ¿Eres alérgico a las camisetas y no me lo habías contado?

Nicolas me agarra de ambos brazos para sacarme de su camino y poder ir a terminar de preparar la pasta.
— No sé si te habrás dado cuenta, pero me diste una camiseta que pone "best sexy daddy ever" en mayúsculas. Me halaga que pienses eso de mí, pero creo que el privilegio de llevar eso puesto se lo dejamos a tu padre.

Me pongo como un tomate y salgo de la cocina sin formular una palabra y escuchando a Nicolas reírse a mis espaldas.

Agarro el mando de la televisión y busco una película para ver juntos, — espero que te hayas visto Mamma Mia.

Un Verano Junto A Ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora