XVIII

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Respiro aliviada cuando Nicolas suspira después de desahogarse y, por fin, pone en marcha el coche para volver a nuestras casas.

Llevo media hora en su coche escuchando sus quejas y sus razones para estar enfadado conmigo por no haberle dicho desde un principio que era mi tío.

Por lo menos no me dejó explicarme, que es algo bueno ya que no sabría qué decirle.

¿Algo tipo: "hey guapetón, solo quería ponerte celoso para ver tu bella reacción" o un simple: "ey ey ey pequeño, relaja la raja que era bromita"?

Creo que no le diría ninguno de esos. Creo.

— Y lo peor de todo,— vuelve a hablar en cuanto nos paramos en un semáforo rojo— es que ni siquiera sé porqué no me lo has dicho.

Uy.

— Nicolín, ¿no podemos dejar el tema y ya? Honestamente, no tengo...

— Es que no se deja el tema y ya, nunca se hace eso, se habla y comunicamos entre nosotros lo que nos molesta o lo que sea. Así funcionan las relaciones, Maia Atropos.

— Me siento como una niña regaña...

— No me interrumpas, no he terminado.

— ¡Pero si me has interrumpido tú!

Vuelve a poner el coche en movimiento y a la vez levanta la mano e intenta colocar su dedo índice en mi boca para callarme. — Esa es mi nariz, Nicolas.

Mueve su dedo hacia el sur y consigue ponerlo encima de mis labios sin mirar. — Déjame hablar. Quiero saber qué tenías en tu cerebrito griego para no decirme desde un principio que era tu tío.

Elige una de las dos opciones que te dí, Maia.

Es que no me preguntaste.

Buena esa, pero yo prefería la segunda opción.

— Pues no sé, pero si te veo muy cariñosa con un hombre, no voy a pensar "¡anda! Debe ser su tío, que lindos se ven juntos."

— ¿Y porqué no?

— Deja de mentir y dime el porqué.— Ambos nos giramos hacia su móvil, que está en un cacharro raro que lo mantiene de pie encima del salpicadero, en cuanto empieza a sonar con una llamada de Lila.

Aparto la mirada hacia el frente fingiendo no haberlo visto y Nicolas cuelga con rapidez.

Ughh, esa otra vez no.

Ignoro los insultos de mi conciencia hacia Lila y me regaño mentalmente por ello porque no soy nadie para decir nada malo de ella teniendo en cuenta que apenas llevo un par de semanas conociendo a Nicolas.

Si él no ha querido coger la llamada delante de ti será por algo...

Ese es su problema, no soy nadie para reclamarle nada. Ni siquiera sé si tiene novia y me ha estado mintiendo o algo.

Quizá incluso le parezca gracioso jugar con mis sentimientos.

Nicolas no es así. Y ambas lo sabemos.

Es cierto, ¿qué me pasa? ¿porque no dejo de ser mala persona hablando mal de la gente?

— ¡Maia!— Giro la cabeza de golpe hacia la ventana al escuchar el grito asustado de Nicolas.

Por un momento pienso en que nos íbamos a chocar o algo por el terror que había en su tono de voz pero entonces me doy cuenta que estamos parados a un lado de la calle.

Un Verano Junto A Ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora