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— Estás bromeando, ¿verdad?

Mi padre me miró con una mueca triste y negó con la cabeza lentamente.

Justo había llegado de clases y le había dado las notas muy feliz porque he sacado notas maravillosas y eso me ayudaría bastante al buscar una universidad para el próximo curso. Había mandado algunas cartas con mi solicitud de acceso a algunas universidades aquí en Grecia, pero también envié solicitud a otras universidades en otros países por si acaso.
Se que me aceptarán en alguna universidad importante porque siempre se me han dado bien los estudios, y papá siempre ha estado orgulloso de mi.

Él hace el papel de padre y de madre a la vez, así que intenta apoyarme en todo y me ayuda siempre.

Tras la muerte de mi madre, mi padre se esforzó muchísimo en una vida mejor para ambos y se lo estaré agradecida siempre.
Ella murió por una enfermedad extraña cuando yo apenas tenía 5 años y, aunque ya no la recuerdo, sigo teniendo fotografías junto a ella.

Era rubia con los ojos color miel, tenía el pelo liso y era perfecta.

Mi padre se enamoró de ella cuando la vio comprando un libro vestida de color amarillo.
Él lo recuerda perfectamente y siempre me cuenta la historia de cómo se enamoraron.

Ambos eran diferentes en varios aspectos, pero se entendían perfectamente y sabían todo el uno del otro. Fueron pareja durante años hasta que mi padre le pidió permiso a mi abuelo de parte materna para casarse con mamá.

Eso siempre me pareció súper romántico.

Mi abuelo aceptó porque siempre notaba el brillo en los ojos de mi madre al mirar a mi padre.

Él se arrodilló frente a mi madre una tarde en una de las playas más bonitas de Grecia y le pidió matrimonio. Mi madre aceptó encantada y no esperaron ni un minuto más para preparar la boda y avisar a todos.

Papá siempre me dijo que tenía una suerte increíble, porque mujeres como mamá había pocas, y hombres como papá, según él, había bastantes.

Tres años después de la boda me tuvieron a mi y mi padre siempre me ha dicho que soy idéntica a mi madre, sin contar los ojos.

Si tan solo pudiera recordar cómo era mamá...

Su historia siempre me ha gustado y me ha parecido el romance perfecto con final trágico.

Y ahora mi padre me dice que ha encontrado a una mujer italiana que conoció en uno de sus viajes de negocios y que le costó mucho hablar con ella o estar junto a ella sin recordar a mi madre.

Me he encerrado en mi cuarto cuando me contó que se había enamorado por segunda vez y que se casaría con ella en verano.
Sé que soy egoísta, pero necesito mi tiempo para aceptarlo. — Cariño, por favor, déjame explicártelo.

Mi padre llevaba ahí diez minutos esperando que le dejase entrar para poder hablar. Él siempre ha respetado mi privacidad así que nunca he necesitado cerrar mi puerta con llave.

— Pasa.

Él entra y me mira preocupado al verme con lágrimas en los ojos.

— Déjame explicártelo, —asiento levemente y él suspira sentándose en el borde de mi cama.— Conocí a Athea en uno de mis viajes cuando estaba negociando con el señor Damiano en Italia.

《 Ella es su asistente y la verdad ni siquiera me había fijado en ella al entrar a su despacho. Damiano me pidió ir a verla para entregarle los papeles firmados, yo entré en el pequeño cuarto de Athena y la encontré buscando algo en una estantería así que me ofrecí a ayudarla y ella aceptó.

Un Verano Junto A Ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora