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Eunha despertaba gracias a los rayos de sol que se filtraban por las cortinas y los sonidos del ¿Piso de abajo?
- Mierda... Mmm? Donde carajos estoy?- Su cabeza dolía gracias a la resaca por todo lo que había bebido anoche.
No lograba reconocer del todo el lugar donde se encontraba y mientras se desperezaba notó que no llevaba el vestido de la noche anterior, llevaba... Una camisa de hombre!?
- Mierda, mierda, mierda... Donde carajos estoy?- Con eso Eunha comenzó a buscar su celular, aunque no lo encontró, de echo ni siquiera encontró su vestido- Que carajos pasó ayer?-
Ella se sentó en la cama mientras intentaba aclarar su mente, hasta que unos gritos casi inaudibles llegaron desde el piso de abajo, y aunque la chica sabía que bajar podía ser una terrible idea, aún así decidió hacerlo y mientras más se acercaba al piso de abajo más claros se hacían los gritos.
- Ya te dije que no podemos echar el vestido con las camisas o con los pantalones!-
- Pero porque!-
- La ropa se separa en partes para que los colores fuertes de algunas prendas no manchen otras!-
- Eso no tiene sentido!-
- Mira, primero hay que lavar las camisas ya que son blancas-
- Entonces déjame meter el vestido con ellas-
- Que no puedes!-
- Porque!?-
- Porque el color del vestido va a manchar las camisas blancas!-
- Sabes que? Mejor hazlo tú, yo voy a hacer el desayuno-
- Bien-
Después de escuchar esa pequeña discusión Eunha apenas pudo evitar soltar un carcajada, escuchar a Tyler y Ryu tener una discusión de cómo lavar la ropa la había tranquilizado, pero no le había quitado la duda del porque llevaba la camisa de uno de ellos y mucho menos había aclarado la duda de lo que había echo la noche anterior para terminar en ese lugar.
- Mm? Eunha, veo que ya despertaste- Dijo Ryu quien se encontraba saliendo del cuarto de lavado donde ahora solo se encontraba Tyler.
- Buenos días Ryu- Saludo Eunha con una sonrisa.
- Buenos días... Porque no terminas de bajar la escaleras y me acompañas a la cocina para darte algo de café y unas pastillas para la resaca-
- Claro- Con esas palabras Eunha terminó de bajar las escaleras para así junto con Ryu dirigirse a la cocina en silencio.
El resto de la mañana los tres la pasaron bastante tranquilos y cuando Eunha se aburrió demasiado al estar sin su celular y sin saber lo que sucedió la noche anterior para que Ryu y Tyler se llevaran tan bien esa mañana decidió conocer un poco más la casa, de esta manera encontrándose con un Monopoly y decidiendo que los tres juntos jugarían.
