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7 días después.
En medio del mar, sin nada más que el agua que azotaba aquella embarcación, a veces con fuerza y otras con clemencia, los sobrevivientes de la Casa Tyrell junto a sus soldados y sierva se hacían una única pregunta .... ¿Sobrevivirian?
Los días habían pasado, Olenna había ofrecido a sus soldados y nieto como ayudantes, la Reina de las Espinas no moriría en alta mar por falta de hombres que apoyasen a sus salvadores, pero la anciana no tardó en darse cuenta de que ... cualquiera puede sostener el timón, cuando el mar está en calma.
El tiempo no había estado a su favor, el mar estaba embravecido, habrían muerto hace mucho de no ser por la experticia de los que dirigían aquella embarcación, el propio navío había resistido más de lo que cualquiera que lo haya podido ver hubiese imaginado, y los nativos de poniente le rezaban a los siete porque este siguiese aflote.
Aunque el viaje estaba siendo largo y peligroso, no se podían quejar de la compañía. Los marineros eran una grata compañía, se mostraban fuertes, cautos, pacientes, calmados y teremerarios, por no decir que parecían almacenar una gran experiencia y sabiduría. Uno de ellos, cuyo nombre era Crerond Molartent, les dijo el tercer día, en que los Ponienties juraban que la tormenta los engulliría ....
Crerond:¡No podeis calmar el viento, pero lo que sí podeis hacer es ajustar las velas para alcanzar vuestro destino!
Loras:¡No sé ve nada!
Uno de los capas verdes murmuró, sin saber que sería escuchado .... ¿cómo sabemos que no estamos perdidos?
Olenna:El agua nos ha cambiado de rumbo muchas veces.
Erryks:Podemos estar yendo directo a nuestra muerte.
Loras:Tenemos que estar prepa...
Crerond:No podemos ver el norte, ninguno de nosotros sin excepción puede, pero algo que sí sabemos los marineros es que el agua lo verá por nosotros.
Naenynne:Hay que saber escuchar al mar, mis Señores, tiene mucho que contar.
Crerond:No temais, llegaréis a vuestro destino.
El mar no tiene caminos, el mar no tiene explicaciones.
El mar es tan inmenso que no tiene senderos.
Tened esto en claro si os abrireis camino por la inmencidad del oceano.
Ya habia pasado otra semana mas, el viaje era confuso, cansado, dificil, los Ponienties no sabian donde estaban, solo sabian que iban a algun lugar, todo lo que sé veía era agua, sí, está habia cambiado de color en algunas ocasiones, criaturas diversas se podian apreciar, algunas, sabian los soldados y los Tyrell, eran extrañas, incluso míticas, ya que jamas las habian visto o escuchado hablar de ellas.
Olenna Tyrell sabia que se encontraban muy lejos de casa, en territotio desconocido, hacia muchos dias que la anciana se hallaba contrariada, estaba muy lejos de casa. Cómo nunca antes lo había estado.
60 días después.
El miedo y la preocupación estaban latentes entre los perseguidos políticos que se encontraban en aquel navío, hace unos días una de los marineros con mas experiencia les había dicho con una sonrisa a todos.
Rhaellas:Ningún habitante de vuestras tierras a llegado hasta aquí, estáis a salvo, aún un poco lejos de vuestro destino, debo admitir, pero sed bienvenidos. Estas ya no son aguas conocidas por ninguno de los suyos, pero sí por los nuestros, todo lo que sus ojos alcanzan a ver, y aún lo que no, es parte de lo que llamamos con mucho orgullo y nostalgia..... hogar.
