ᑭᗴᖇᖴᗴᑕT ᗯOᖇᒪᗪ - Omegaverse

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 xxxɪᴠ: 𝐔𝐧𝐢𝐝𝐨𝐬

Reo estaba en la habitación de Ego al lado de su hija, mientras él hablaba con Ego la pequeña era cargada por Anri.

—Reo, ni siquiera tienes que pedirme algo así, ella es tu hija y ahora que están unidos no pueden volver a separarse, ella tiene que quedarse contigo —dice el hombre.

—Muchas gracias, Señor.

—No me agradezcas a mi, todo se debe a Chigiri que hizo hasta lo imposible porque volvieras a estar con tu hija.

—Si, le agradezco mucho a él.

—Bueno, Reo, vamos habilitar tu habitación para que tu hija pueda estar a tu lado —dijo esta vez la mujer.

—Gracias, Anri.

El peli morado salió de la habitación con la pequeña niña caminando a su lado, era una niña tan inteligente que con solo 4 años de edad tenía una gran capacidad para entender las cosas.

—Mami —dijo la pequeña.

—¿Qué sucede, Cariño?

—¿Aqui es donde vamos a vivir? ¿Ya no nos volverán a separar otra vez? —preguntó con lágrimas en sus ojitos.

El Omega se agacho a la altura de su hija y uso su dedo para limpiar las lágrimas que había en sus ojos.

—No, pequeña, no nos volverán a separar, siempre estaremos juntos.

—¿Lo prometes? —preguntó mientras alzaba su meñique para que hicieran la promesa.

—Te lo prometo —junto su propio meñique con el de la pequeña.

Reo sonrió y cargo a su hija para ir a su habitación.

Nagi se encontraba mirando por la ventana mientras seguía perdido en sus pensamientos.

Su silencio fue interrumpido cuando escucho la puerta abrirse y vió a Reo ingresar a la habitación con la pequeña entre sus brazos.

Ambos se miraron y se quedaron quietos.

Nagi se mantuvo en silencio mirando a la pequeña niña que Reo llevaba en sus brazos, ahora que la veía más de cerca se daba cuenta del gran parecido que tenía con Reo, su color de cabello, las facciones de su cara, incluso su linda sonrisa, en todo eran parecidos, solamente la pequeña tenía una mirada distinta a la de Reo, su color de ojos eran parecidos a sus propios ojos, esa niña, la cual era su hija, había heredado sus ojos.

Reo se quedó en silencio, por un momento había olvidado a Nagi, tenía presente que su hija también era hija de Nagi y ahora él lo sabía todo, en ese momento no tenía presente que le diría o que haría.

Los dos se mantuvieron en silencio hasta que una pequeña voz los saco del silencio incómodo.

—Mami —lo tomó de la mano—. ¿Quién es él? —preguntó mientras sus ojitos se posaban sobre Nagi.

Reo se quedó callado, ¿qué se supone que diría?

El Albino se acerco hasta la pequeña y sonrió frente a ella.

—Hola, pequeña, me llamó Seishiro Nagi ¿Y tú?

—Ami —respondió amablemente—. ¿Eres amigo de mi mami?

—Ami, él es tu papá —dijo Reo.

Nagi se quedó sorprendido ante las palabras del Omega, le había dicho a su hija que él era su papá.

—¿Mi papi? —lo miro y sonrió—. ¡Mi papi!

La pequeña estiró sus pequeños brazos y fue cargada por Nagi quien no dejaba de sonreír.