IKIGAI (Kuban)

Capitulo 13: Mezcal

Hace muchos años incluso antes de que Kubo o Leo existieran, en Puebla había una mujer joven de familia aunque un poco humilde igual podían solventarse gracias a su negocio familar. Un día aquella mujer se enamoró de un hombre misterioso que andaba por la plaza del pueblo, a veces tocando una guitarra o a veces simplemente haciendo trabajos distintos como cargar costales de las entregas de harina o andar de negocio en negocio como ayudante, el era algo misterioso porque nadie sabía de donde había venido, que quería hacer allí o quien era exactamente pero ante los ojos de los demás el era todo un caballero y se notaba cuándo empezó a salir con aquella mujer. Sin embargo obviamente la familia no aprobaba al hombre pues sentían algo raro en el, ya casi pierden a su hija una vez y no querían arriesgarla de nuevo por un hombre que pudiera hacerle o no daño.

Pasaron así meses y aquella chica tuvo un hijo de aquel hombre, pero esa no era la preocupación de la familia, más bien estaban antónitos por lo que estaban escuchando de la boca de su hija.

Aquel hombre no solo se había ido dejandola sola con el bebe, ella misma lo había echado de su vida a base de gritos y amenazas y es que descubrió que aquel mal hombre había hecho tratos demoniacos y quería hacerla parte de eso junto al bebe así que ella se engó y se alejo de el advirtiendole que si lo volvía a ver esta vez no lo hecharía con palabras si no a base de golpes de ser necesario. . .y el lanzó una advertencia más aterradora antes de irse definitivamente. . .

- No se que haré. . .estoy preocupada.

- Ese infeliz. . .te dije que el no era un buen hombre hija mía, de inmediato se veía que no era de fiar. . .aún asi sabes que tienes nuestro apoyo después de lo que pasaste.

- Gracias pero. . . no estoy preocupada por mi en realidad, yo puedo defenderme sola pero mi hijo. . .

- . . .Hija, no le hará nada a Eliseo te lo prometo.

- ¿Cómo estás tan seguro?

- Lo esperaré con un machete todos los días si es necesario para que te deje en paz por si se le ocurre regresar, no importa lo que suceda.

- Papá el amenazó con llevarse a alguien de mi familia como su heredero tarde o temprano, un hombre de su sangre ¿Que tal si es el? No quiero que mi hijo sea. . .un demonio como EL

Desde entonces hasta donde siempre se supo, Toñita San Juan siempre fue una mujer sola cuyo padre de su unico hijo siempre se creyó muerto pues la familia así siempre lo dijo. Aún así Toñita atendía todos los días la panadería de su familia y cuidaba de su bebé sin descuidarlo ni un solo día, Eliseo creció como un hombre de bien, de buena carrera y posición que afortunadamente no tuvo ningún problema al crecer gracias a su madre, en sus 20 años conoció a una chica de buen corazón que lo amo sinceramente llamada Aurora y tres años después de una maravillosa relación de novios finalmente se casaron. No pasó mucho tiempo para que tuvieran hijos, especificamente dos, un hijo de cuatro años y un bebé de apenas meses.

Una noche Eliseo había salido tarde de su trabajo y se dirigia a casa pero. . .el sonido de una guitarra se pudo oir a la distancia, pensó que probablemente algúna persona estaría pidiendo dinero pero sin embargo sus sospechas serían disipadas cuándo de la nada aquel hombre apareció frente a el. Traje charro de color negro con detalles rojizos en este, con huesos de adorno, botones de plata y oro, pero sobre todo una mirada demoniaca en su mirada, obviamente Eliseo lo primero que hizo fue alejarse.

Así pasaría noche tras noche, el charro parecía acercarse más y más a su hogar hasta que el se hartó y decidió enfrentarlo el mismo antes de que fuera a hacerle algo a su familia.

Para asegurar el bienestar completo de su familia decidió esperarlo en la entrada del pueblo, un poco más lejos de hecho, espero un par de horas hasta que el reloj marcó las tres de la mañana y nuevamente se escuchó aquella guitarra que esta vez no lo sorprendió. Aquel hombre se acercó a el con una sonrisa para nada amigable, casi como la de un villano que obtuvo lo que quería.