Verónica Parker:
Me mire en el espejo luego de arreglarme el vestido que me había dejado Victor allí. No lo niego, era jodidamente hermoso, y me quedaba como un guante. Era negro y bastante brillante, tenía escote de V que dejaba visible una pequeña parte de mi tatuaje que daba mucho a la imaginación, y el lado izquierdo del vestido estaba totalmente abierto. Decidí usar un labial color carne que hiciera juego con mis tacones y mi cartera de mano donde oculté un pequeño mircrófono.
-Listo señorita, está hermosa- me dice la empleada que antes me avisó del llamado de Victor.
-Gracias , ¿como te llamas?- le pregunto y ella sin mirarme a los ojos responde.
-Me llamo Jessica señorita- me dice penosa y sin mirarme a los ojos, no entiendo el miedo reflejado en su cara pero luego recuerdo que igual que para Victor para ellos también era una narcotraficante, es linda, un poco bajita, ojos claros, cabello castaño y largo y de un cuerpo bonito.
-¿Hace cuanto trabajas aquí?, eres muy joven- le vuelo hacer otra pregunta, esta vez levanto su mentón obligándole a mirarme.
-Hace unos 2 años señorita- me responde y veo en sus ojos tristeza pero no me atrevo a preguntarle el por qué, sin embargo le hago siguiente pregunta:
-¿Vives con tus padres?-
-No señorita ellos... ellos murieron y el señor Beltrán me acogió en su asienda, él ha sido muy generoso conmigo, me da de comer, empleo y un techo donde quedarme- me dice y muestra una pequeña sonrisa.
<<Si claro como no, ahora resulta que Victor es un gran hombre mejor dicho un ángel>> pienso para mí.
-Siento lo de tus padres, ¿ te puedo hacer una última pregunta?- le digo y le pido que se siente conmigo en la cama. -¿Cuál es tu sueño que quisieras hacer realidad, o tal vez una meta que quieras cumplir?.
-Pues la verdad no lo sé señorita, nunca había pensado en eso, y de todos modos solo soy una empleada, aparte no es que tenga muchas opciones pero ¿le digo algo?, la verdad me gusta escribir- me responde cabizbaja y algo avergonzada.
-¿En serio?, has escrito algo- le pregunto sonriendo, escribir me parece un trabajo y un hobby hermoso.
-Pues si, pero nada especial, cosas sin importancia- me explica apenada.
-Espero que un día me muestres eso que has escrito, estoy segura que si tiene importancia- le digo regalándole una sonrisa.
-¿Le puedo hacer una pregunta señorita Verónica?-
-Claro linda, por supuesto- le digo dandole a entender que soy diferente.
-¿ Usted tiene algún sueño que quiera cumplir?-
- Si, siempre he querido ver un atardecer en el mar, no es algo que sea tanto como un sueño pero si es un deseo que quiero cumplir, soy una persona muy ocupada y aunque no lo creas nunca tengo tiempo para darme tantos lujos- me sentí aliviada de poder confesarle ese deseo que tenía.
-Es usted muy linda señorita Verónica y muy amable, todos sus deseos deberían ser órdenes y yo se que un día verá ese atardecer en el mar- me dice cogiendo mi mano y sonriendo, esta vez una sonrisa que me transmite paz.
-Claro que si y estoy segura que tu también tienes un sueño o un deseo que cumplir y lo harás. Y a partir de hoy para ti soy Verónica nada de señorita ok- le dije riendo.
-Está bien señorita... digo Verónica- me dice sonrojada. - Le puedo dar un abrazo, si no es molestia claro- me pregunta tímidamente.
-Por supuesto - extendí mis brazos abrazándola, salió de la habitación para volver a sus quehaceres.
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Tratos con el Jefe
RandomElizabeth Rivero es una agente de la D.E.A que tiene como objetivo capturar a los más peligrosos narcotraficantes del país. Tras cambiar su identidad a Verónica Parker se involucra con el más grande jefe de todos los narcos: El Jefe. Su misión se vu...