𝑵𝒐𝒕𝒂 𝒅𝒆 𝒄𝒐𝒓𝒕𝒆𝒔𝒊𝒂.

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Nosotros, los seres emocionales y con falta de racionalidad, al segundo de notar la cruda existencia de otro de nuestra especie, somos flechados de manera instantánea.

De tal manera que somos tan perversos que preferimos retenernos en lugares donde ya sabemos que ocurrirá a pesar de tener la posibilidad de escapar de eso que nos atormenta: y en mi caso, fue mi hombre.

A pesar de todo lo catastrófico que ocurrió, no hubiese dudado ni un segundo en tener que morir en brazos de mi amado.

Desdicha Aventura; Débil CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora