De cierta manera, siempre romantice el silencio y los secretos sobre mi, lo que me gustaba y lo que no, o aquellas actitudes de los otros que a mi parecer eran enfermizas. Siempre tuve la costumbre de alterar el exterior, jamás percibía las situaciones como sucedían verdaderamente; si no que emocionalmente las modificaba por miedo a que me lastimen, y no es porque si, ya que en un pasado que enterré, había sufrido de manera ambigua.
Estuve toda la mañana encerrada en el estudio de mi pequeño departamento, hacia calor y aproveche para sacar mis oleos viejos y dejarlos en el escritorio donde daba luz necesaria, los deje y fui por un vinilo de los Beatles, Yellow Submarine resonaba en la habitación. Encendí un cigarro y su humo me envolvía placenteramente y solamente me deje llevar. Pinte lo que sentia necesario y lo que acordaba a la situación de paz y emociones encontradas.
Y así transcurrió mi mañana hasta las 3pm.Al terminar la obra, decidí por hacerme un te de frutos rojos e irme a leer un poemario que Pía me había regalado. Pía era novia de mi hermano por más de hace 8 años, se conocieron de pequeños y se siguen amando hasta el día de hoy como si fuese la primera vez, y luego de tanto tiempo nos volvimos cercanas, tanto que ahora en vez de regañarme por hacer algo mal, me aconseja y me acompaña con un cigarro o una copa de vez en cuando. En fin, el poemario era divino, se llama "Rosas y licor", toca temas como la falta de auto amor o independencia emocional que nos hace falta, y de cierta forma lo normaliza.
Termine mi te, tome el marca texto y apunte donde había llegado al poemario, y lo guarde en la biblioteca.
Me levante del sofá y fui a la cocina a lavar la taza ya usada, a lo que mi teléfono suena.
-¿Hola? ¡Maggie! ¿Cómo andas tanto tiempo?-La voz acaparadora de mi mejor amiga me envolvió en pura felicidad, por lo que contenta conteste.
-Hola Ruby, ando bien por suerte, ¿y vos? te noto contenta- Me apoye en la isla de la cocina para poder charlar.
-¡La verdad que muy bien!, No sabes todo lo que tengo para contarte, mejor siéntate en algún lugar y escucha-
A lo que deja la taza y me siente en la isla de la cocina y comencé por escuchar todas sus locuras pendientes.
Ruby y yo éramos amigas desde pequeñas, nos conocimos como vecinas y nos amigamos por gustos en las mismas cosas: claro, eso no duro mucho hasta la adolescencia, pero seguimos dándonos apoyo incondicional una a la otra. Y en cuanto a ella personalmente, siempre fue muy extrovertida y sin miedos, era la típica chica que prefería quedarse con la anécdota antes que con la duda. Y de esa forma me arrastraba a todas sus locuras, como conocer lugares nuevos y muchachos guapos que seguro no volveríamos a ver (que en mi opinión, ninguno se me hacia bonito).
-Bueno Maggie, te dejo tranquila y mañana me paso por allá, ¿Te parece?- Asentí como si ella me estuviese viendo y luego me percate- ¿Maggie?-.
-Ah si, perdóname, mañana nos vemos-.
-¡Hasta mañana! besos- Y colgó.
Hasta el momento me menciono que había conocido a un muchacho, que era alto, fornido y elegante; Ah, y también menciono que era ruso. Y por lo que entendí, hoy por la noche se verían para tomar algo, y quizá quien sabe, terminarían juntos en la misma cama.
Como me hubiera gustado tener aquella libertad y no estar atada a la idea de tener que si o si enamorarme de manera alocada y que dure para siempre como un libro, como mamá siempre me explico:
"Hombres que valgan la pena, solo aparecen una sola vez y se desviven por impresionarte, obsesionados con cada mínimo detalle que te interesa y darán todo lo que tengan solo para que te sientas cómoda. Y claro, a cambio tienes que dar toda tu voluntad, y quizá suene algo extraño pero amar a un hombre es estar a su total merced y comodidad..."
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Desdicha Aventura; Débil Corazón
RomanceUna mujer australiana a causa de un destino incierto, será llevada a los brazos de un ruso que hará todo para que ella no escape de su lado. ¿Maggie será capaz de huir? O, ¿ignorara cualquier señal de libertad para escaparse de los brazos de su hom...