Diez y Siete

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Scott:

Pasaron unas semanas desde que esa niña y sus amigos huyeron mataron a Carlos, Ezra y Margot llegaron un tanto heridos, subestime a esos chicos

- ¿majestad? - la voz se Ezra interrumpió mis pensamientos

- ¿Que sucede?

- Villa Santa esta debilitada- mi expresión cambio, era la mayor oportunidad que teníamos, Villa Santa aparenta debilidad, pero es uno de los reinos más poderosos, me levante

- prepárense para atacar- y me retire a mi salón personal

E escuchado sobre los ataque de los murciélagos en diferentes ciudades, antes de que atacaran a Villa Santa debieron de atacar a Azuldorado pero no lo hicieron, hace unos meses un hombre apareció ante mi usando una capucha negra y tras el eran unos cincuenta hombres con la misma capucha, me propuso el unirme a su ejército, me hablo sobre lo que Arián pero tenía que cumplir una condición, era invocar a el dios de la ira a lo cual acepte, mi abuelo me había hablado sobre este dios el cual podía acabar con los dioses en un instante a el cual el comenzó a venerar y yo lo hacía igual.

Loa murciélagos nos dejaron en paz al momento de iniciar nuestro trato, a pesar de que aún no e logrado invocar al dios de la ira yo quiero iniciar con el plan, hice una runa en mi escritorio con sal y lancé un hechizo el cual me permitirá comunicarme con aquel hombre sin necesidad de ir a verlo en persona, le conté mi plan y lo único que recibí de su parte fue un

- perfecto- me alegre al escuchar eso, tome mi mascara la cual mi abuelo me había heredado y me dirigí a la azotera donde ya tenían preparada una runa de invocación.

Al llegar hice el hechizo de invocación, las criaturas oscuras salían y se dirigían Villa Santa

🐉

*Hace tiempo atrás*

Corría feliz mientras trataba de atrapar a mis amigos los cuales corrían y reían, tenía 6 años y vivía feliz Asuldorado estaba fuera de los mapas y de nombre de pueblo o ciudad y a pesar de eso los que vivíamos aquí éramos felices.

Ese día el cielo se había tornado rojo, los gritos de las personas se escuchaban en todas las direcciones y yo estaba parado, mis ojos no creían lo que estaban presenciando, muchos hombres con batas blancas llegaban atacando, tomaban a las mujeres y en medio de una runa les cortaban el cuello, y a los hombres los quemaban, a los niños se los llevaban yo corrí a casa

- Scott- mi madre me abrazo, mi abuelo y mi padre ponían hechizos de protección por toda la casa

- ¿Qué es lo que sucede? - pregunte a mi padre y mi abuelo me miro serio

- Villa Santa nos ataca- no podía creerlo, hace tiempo me habían dicho que Azuldorado estaba bajo la protección de Villa Santa con la condición de dejar de ser un reino

- nos traicionaron- la voz de mi padre sonaba furiosa- quiero que te lleves a Scott lejos

- no me iré sin ti

- ¡Cecilia! - la voz de mi padre sonó autoritaria, mi madre parresia haber entendido todo

- prométeme que llegaran a salvo

-Cecilia

- ¡prométanlo! - ellos asintieron, nos dirigimos a una puerta debajo de la alfombra, la puerta daba a un túnel, y entramos a ella, mi madre hizo un hechizo de fuego y caminamos por uno minutos hasta llegar a la salida, al salir el olor a sangre y cenizas penetro mis fosas nasales, el olor quemaba mi garganta, mi madre me tomo en brazos y corrimos al bosque.

El rojo del cielo me indicaba que lloraba por las perdidas, sentí que mi madre paro de golpe así que volteé al frente, un hombre alto con una bata blanca estaba frente a nosotros, mi madre iba a luchar, pero aparecieron más hombre, mi madre corrió, pero fue en vano ya que la sostuvieron y a mi igual.

- ¡Madre! - mis gritos se escuchaban tan fuertes, lloraba a mares, mi garganta me dolía de tanto gritar, me llevaban lejos de ella y alcance a mirar cómo fue que la asesinar, le cortaron el cuello al igual que las demás, me quede helado, mis lagrimas ya no salían y mis gritos tampoco, pero la imagen de mi madre siendo degollada fue tan perturbadora que me desmaye.

*tiempo actual*

🐉

Termine de invocar a los seres de oscuridad, invoque a mi dragón y subí en el para ir al frente de la tropa y mis secuaces atrás mío, mi felicidad era notoria, llevaba años planeando esto mis secuaces lo sabían, era mi tiempo de brillar, nadie podrá detener este fabuloso momento.

El aire olía a fresco, las nubes estaban color negro, mi mente y mi alma descansarían en paz si obtenemos la victoria.

*Hace tiempo atrás*

Tres años después de la tragedia

Me encontraba trabajando en las minas junto al grupo de niños de Azuldorado y otros que no reconocía al parecer también habían invadido a otros pueblos, me toco de compañeros con un niño de cabello rojo y una niña de cabello morado.

- ¿De dónde eres?- por fin se decidieron a hablarme, llevábamos tres días juntos ninguno quería- hablar pero la niña rompió el hielo

cada tres semanas nos cambiaban de equipos y en estos años nadie había decidido hablar con nadie.

- soy de Colomos- el peli rojo hablo

- yo soy de Guerreros- dijo la chica, apenas me había percatado de sus orejas puntiagudas hasta que dijo que era de Guerreros

- ¿y tú? - esta vez el chico pregunto

- Azuldorado- ellos se sorprendieron- no pretendo ser su amigo, lo que quiero es salir de aquí entrenar mucho y vengarme- y volví a picar las piedras, teníamos cadenas en el cuello y en las manos y en los pies

- nosotros también- ellos hablaron y note que los demás niños nos miraban

- te seguiremos a donde sea si nos llevas contigo- un chico güero hablo, mire a mi alrededor todos estaban dispuestos a seguirme para obtener la libertada

- ¿saben usar magia? - todos se miraron y negaron yo sonreí, mi madre me había enseñado a usar magia a temprana edad y mi abuelo también- quiero que me sigan sin quejas.

En la vida todo es difícil más si no estas bien preparado para las patadas en la espalda que te dará, tomar la iniciativa hace que te sigan más, pero si eres del tipo que a pesar de que te den la oportunidad de seguir para ganar y no lo haces la vida te deja caer por un barranco.

Salimos de las minas, varios niños de ahí fueron vendidos a Villa Santa y no tenían donde regresar y otros me siguieron porque me debían la vida, tomamos barcos y me dirigí a Azuldorado tenía la esperanza de encontrar a alguien vivo, pero no fue así, al llegar todo estaba echo cenizas y los árboles tenían raíces de sangre, ellos me nombraron su rey y lo seria hasta el día en que derroquemos a Villa Santa.

Salimos de las minas, varios niños de ahí fueron vendidos a Villa Santa y no tenían donde regresar y otros me siguieron porque me debían la vida, tomamos barcos y me dirigí a Azuldorado tenía la esperanza de encontrar a alguien vivo, pero no fue a...

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En el  brillo de las llamas rojasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora