2. Mal caracter

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Usper caminaba por los pasillos de aquella gran mansión; todo estaba tan silencioso y se sentía como un ambiente frío. Aquel lugar le recordaba a la tranquilidad de un cementerio, costaba creer que alguien viviera ahí.

Entro a la cocina donde busco en una alacena las pastillas que debía darle al señor USA. Para luego volver a la habitación de este.

—Disculpe señor. Pero ya es hora de su medicina. —entra al cuarto con las pastillas y un vaso de agua.

USA no se inmutó en lo más minimo; seguía con aquel periódico, que sabrá dios cuantas veces ya lo había releído porque ya llevaba rato con él. Cuando llego a darle el desayuno, cuando volvió por la bandeja y ahora que debía darle su medicina.

—No necesito nada. —Susurra para luego ignorarla.

Ella suspiro, bo era de tolerar a personas con una actitud tan pesada. Pero aquel hombre reflejaba toda la megatividad y amargura del mundo, y eso que apenas lo conocía por unas pocas horas, en las cuales nisiquiera la había mirado por estar concentrado en su periódico.

USA empezó a estornudar de forma fuerte, dejando el periódico a un lado sin poder abrir los ojos por el ataque. La joven corre al baño para buscar algunos pañuelos. Pero noto que en el cesto de basura estaba la comida que supuestamebte había desayunado.

—¿Pero que carajos?. —Susurra sintiendo una presión en el pecho de enojo mientras apretaba la mandíbula y los puños.

Toma los pañuelos y sale para dárselos a USA. Este los toma de mala gana y se limpia la nariz. Ella trató de calmarse, debía enfrentarse a él y no quería que por reclamstle fuera a perjudicar su salud.

—Eh, disculpe pero. ¿porque tiro la comida?

USA solo dejo caer los pañuelos ya usados al piso y volvió a tomar el periódico. Ignorando su presencia.

Usper intentaba mantenerse calmada, pero una irá interna está a creciendo en ella y en cualquier momento estallaria. Ella podía ser la persona más simpática cuando estaba de buenas, pero cuando la hacían enojar podía ser impulsivamente grosera.

—Oiga, sabe que si no come se pondrá peor. Además así no puede tomar sus medicamentos. —habla con la poca calma que aún tenía.

El ambiente era pesado y tenso.

—Si vas a estar quejándote de mi, entonces es libre de largarse.

—No me refiero a eso. Debe comer.

—Suficirnye tengo con los sermones d3 mi sobrina como para soportar los de una chiquilla cualquiera.

—¡Oigame! —Usper exclama indignada. Pero USA toma el café que aún tenía en la mesita d3 noche y se lo arroja, empapando su cara y toda su blusa.

—¡Si no te parece, lárgate!

Ella lo ve con odio y sale del cuarto azotando la puerta detrás suyo.

USA solo bajo el periódico por unos instantes para comprobar si realmente se había ido, para seguir leyéndolo como si nada. Esperaba que con eso se fuera como las otras cuidadoras que siempre lo armaban. Deseaba que lo dejaran solo por una maldita vez.

[...]

Usper entra al baño rápidamente, cerrando la puerta de una patada. Soltó un gran grito de rabia con las manos tirando de su cabello.

—¡AAAHH!!, ¡¿Quien carajos se cree?!

Pataleo mientras maldecia. Sin embargo, su teléfono sonó.

—¡¿Quien?! —contestó molesta.

Eso le saco un susto a la persona que la llamó.

—Eh. Hola amor. —se escucho la voz de si prometido con algo de miedo.

Ella se calmo.

—Oh perdón amor. Este, yo...

Se queda en silencio. No sabía que decir, ni que hacer. Era evid3nte que tratar con aquel hombre no sería fácil y si seguía ahí podría terminar cometiendo algún delito. Pero no se podía dar el lujo de renunciar, no era fácil conseguir empleo siendo una chica que no había terminado la preparatoria, y era d3masiado orgullosa como para aceptar la ayuda de sus tíos, suegros o prometido.

—¿Esta todo bien? —el chico pregunta con preocupación?

—Si... buenoño, eso creo.

—¿Que ocurre?

Ella suspira antes de contarle toda su situación. Él pareció molestarse pero sabía que Usper no se rendiría así de fácil.

—Supongo que no renunciaras ¿verdad?

—No, llámame loca pero no pienso darle el gusto. Si quiere hacermela difícil, entonces haré lo mismo. Pero aún no se como.

—Si ese es el caso, entonces no seas tan servicial. Saca tu lado de diva empoderada, terca y mamona. —dice para animarla.

—Si, tienes raz-. Percaté ¿como que mamonas?

—Uy mira la hora. Mi almuerzo ya acabó, ¡nos vemos amor cuídate!

—¡Oye!

—Hablamos luego Jeje.

—¡No te atrevas a volgarme!

Y cuelga.

—Maldito, juro que quien te va a colgar después seré yo. Pero de un árbol.

[...]

USA seguía en aquel periódico cuando la puerta se abrió de una patada, sobresaltandolo y tirando el periódico al piso.

—¡¿Que mierda te pasa?! —Grita molesto sl ver a la chica entrar con una bandeja de comida.

Ella lo ignora y deja la bandeja para luego tomar una escoba y ponerse a barrer el lugar.

—Te hice una pregunta. —Réplica molesto el rubio.

Ella se detiene y sin voltearlo a vet dice.

—Como veo que no colabora, he decidido tomar medidas extremas. Me contrataron para cuidarlo y eso haré aunque usted no quiera.

—¿Se puede saber con wue derecho lo harás?

Ella deja la escoba.

—Con el mismo derecho con el que su sobrina me dio la responsabilidad de cuidarlo.

USA iba a replicar, pero ella lo voltea a ver seria. Viendo por primera vez su rostro. Ella era pelinegra de ojos azules con una piel morena clara. Era mut linda, pero lo que lo sorprendió fue esa mirada, tan seria y decidida.

—Así que vaya acostumbrándose o seré igual que usted. Porque también se tener mal carácter como usted. —replicó ella con firmeza.

Esa actitud le era conocida...


Continuarà...




No se si quefo pero no es fácil mostrar a USA como un enojo sin caer en lo cliché.

Recuerdo | ( USA x Perú Fem) | CountryhumansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora