- ¡Qué guay! - Dijo Alanna nada mas se fue Volkov.
Estaba empanado, pensando, mirando a la nada.
- ¿Qué dices? - Murmuré sentándome en el sofá. Aún apestaba a otro alfa. Ni idea a qué olía pero no era para nada agradable.
- ¡Estáis destinados! ¡Qué ilusión! - Dijo en gritos tirandose conmigo al sofá, le miré mal.
- Yo no sé con quien te has revolcao' pero te ha hecho la cabeza un lio eh. - Le dije entre broma, se rió.
- Uf eh.. - Dijo sin dar detalles, le miré con cara de asco.
- No sé si a mi hermano, tú alfa le hará gracia que huelas a otro. - Le dije molestándole.
- Mi alfa, tu hermano se puede ir un rato a la mierda. - Me dijo indignada tumbándose encima mía.
- ¿Y si salimos de fiesta esta noche?
- ¿Mañana no trabajas? - Me preguntó, me reí.
- ¿Desde cuando importa?
- Desde que si estás empanado te pueden pegar un tiro y no quiero que te maten. - Dijo suspirando, soltando ella feromonas, menos mal porque ya me estaba agobiando con el olor desconocido. El olor a florecitas entrando a mi sistema haciendo que me relajara.
- Tienes razón. - Le dije entre suspiros.
Estuvimos así bastante tiempo.
Alanna siempre ha sido mi mejor amiga. Nos separamos unas semanas para que vaya yo a la mierda de campamento de Omegas pero ya está. Hemos sido inseparables desde el primer momento que nos conocimos en la Escuela Infantil.
Cuando llegó el momento, nos dimos cuenta entre todos. Que mi hermano y Alanna estaban destinados, ¿qué pasa? Mi hermano es mi padre pero más joven. Y mi padre dice que tener un omega es como tener una debilidad, te hace tener miedo a perder lo que más quieres, entonces es mejor no dejarte caer. Aunque sea inevitable, ¿quién puede en contra del destino?
Siempre he pensado que lo ha dicho porque él pasó por una época muy oscura cuando su omega, mi madre faltó. Nunca le he visto llorar, nunca le he visto adolorido, pero se siente el dolor cuando habla de ella. De como me parezco a ella. Y aunque él hubiera pasado por ese duelo, seguramente solo.. Y lo seguirá pasando aún, nunca nos ha faltado de nada.
Siempre estuvo allí para darnos de comer, para llevarnos al cole, para abrazarnos si alguien nos trataba mal, para amenazar a quien nos hacía daño. Nunca me tuvo en cuenta que por mi culpa, perdió al amor de su vida.
Pero bueno, volviendo al tema...
Alanna es un alma libre, ella va y viene, le gusta conocer a alfas y de vez en cuando pues liberar tensiones, dado que Gustabo no le hace caso nada más para insultarle, o echarle o lo que sea, todo menos afecto vaya.. Y me parece triste.
Me parece triste porque ninguno de los dos se lo merecen, aunque mi hermano tenga sus cosas. También merece ser feliz.
Después de un tiempo, la puerta se abrió.
- ¿Qué coño haces tú aquí ahora? - Gustabo le preguntó irritado a Alanna, haciendo que se sentara recta, tensa.
- Esperándote, amorcito. - Dijo con un tono de asco, intenté no reírme. Estos dos acaban juntos si o si.
- Sal de mi casa ahora. - Dijo cruzándose de brazos, Alanna suspiró levantándose muy muy despacio. - ¡Ya! - Dijo en un tono dominante, sabía que aunque se tuvieran asco, si le hablaba así, Alanna no tendría otra que hacerle caso, así que aceleró el paso.
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Destino Prohibido. Volkacio [OMEGAVERSE]
FanfictionSe dice que los omegas y alfas no pueden convivir justamente. Lo que unos tienen seguro, otros no lo tienen tanto; como por ejemplo Horacio, un omega orgulloso un tanto problemático al que le encanta experimentar y sacar de sus casillas tanto a su p...