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Me sequé el pelo con la toalla, después de salir de la ducha.

Tenía una toalla en mi cadera, salí del cuarto de baño al salón.

- A ver... repasamos. Yo me tengo que ir y-

Alanna le entrecortó.

- Nosotros nos quedamos aquí, solitos. Sin nadie, no podemos salir, no podemos invitar a nadie. - Intentó poner la voz de mi hermano.

- Ja ja ja, muy graciosa. Lo digo enserio. - Avisó, - ya vimos lo que pasó la última vez. - Me miró a mí directamente.

- No te preocupes, a mí me van los alfas, y visto lo visto, a Horacio le va que le den. - Soltó Alanna haciendo que me riera. Gustabo le miró a ella y después a mí con cara de asco.

- No da risa.

- Un poco si... además, ya vimos lo que pasó la última vez, ¿no? - Le dije yo riéndome más. Negó con la cabeza.

Me metí al cuarto para ponerme al menos unos calzoncillos y un pantalón, cuando volví a salir, Gustabo seguía allí, riñéndole a Alanna.

- Gustabo, nos ha quedado claro. - Le dije en un tono de voz aburrido.

- Horacio, que no lo digo de broma, es importante que sepas que como te vuelva a pasar algo así... no sé si lo contarás, me preocupa que me de la vuelta y vayas a hacer lo mismo... - Dijo, su voz era suave, no era un ataque.

- El médico me ha dado anticonceptivas.

- Lo digo enserio.

- Yo también, ¿tú nunca has pasado el celo con alguien? Que no sea Alanna. - Me aproveché del chisme que me soltó Alanna hace unas semanas.

Le miró a ella y luego a mí. - No quiero hablar del tema.

- ¡Eso es que no! - Alanna chilló levantándose del sofá señalándole con el dedo. - ¡No has vuelto a follar! - Dijo entre risas. Se quedó seria cuando Gustabo le miró con cara de asco.

- Si no he vuelto a pasar el celo con ningun omega es porque no me ha hecho falta, he sabido gestionarmelo yo solito y no tirándome a todo lo que se mueve. - Le dio una indirecta no tan indirecta a Alanna, yo estaba mirando esto como si fuera un partido de Ping pong

- O porque no puedes conseguir a nadie que te aguante.

- Tengo más cosas que hacer, más responsabilidades.

- Si, cumplir con tu omega no será.

- Yo no tengo omega.

- Ni yo alfa, así que me tiro a quien quiera, ¿no?

- Haz lo que te dé la gana. - Le dijo a Alanna y después me miró a mí. - Tu no, tú con las piernas cerraditas, aquí sentadito hasta que vuelva.

- ¿También quieres que ladre?

Suspiró y se dio la vuelta, yéndose por la puerta, cuando la cerró, Alanna se giró hacia mí con una sonrisa.

- ¿Cómo estás?

- Últimamente te hablas mucho con mi hermano, ¿no? - Cotilleé, rodó con los ojos.

- Hablamos de ti. No te creas. - Se rio.

-Bueno, ¿invitamos a alguien? - Cogí mi móvil, me lo quitó.

- Has oído a tu hermano. - Me dijo en una riña, le miré boquiabierto, se quedó pensando. No era ni consciente de lo que hizo, me devolvió el móvil. - Perdón.

- Perdonada. - Le dije mirando el móvil, en verdad no sabía a quién invitar porque no tenía más amigos que Alanna.

- He conocido a varios omegas, ¿quieres que vayamos a verles? - Me preguntó, asentí.

Destino Prohibido. Volkacio [OMEGAVERSE] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora