Pequeñas Mentiras Sara Rivas

Una visita inesperada

Esa misma noche Sara tuvo que tomar una de las decisiones más importantes de su vida, ¿debería hacer lo correcto y delatar a su amiga?, o ¿debería callar y esconder el cuerpo? Al preguntarse esa pregunta pensó en el día que Marta les contó la verdad sobre su matrimonio.

El día empezó como cada día, Sara se levantó a las 5:00, preparo el almuerzo para sus 5 hijos, plancho la ropa del colegio de los niños y la ropa para que su marido fuera a trabajar, hizo el desayuno y despertó a su marido hizo la cama, desayuno y se despidió de su marido. A las 6:30 despertó a sus hijos, les sirvió el desayuno y les llevo al colegio, ya que salía aprovecho para hacer la compra e ir al banco, al llegar a casa se puso a hacer las tareas domésticas y al finalizarlas, se puso a coser los disfraces de sus hijos para el festival del colegio, a las 13:00 se puso a hacer la comida y comió ella sola. A las 15:30 se fue al club de golf donde le esperaba Zoe, al llegar a casa preparo todo para tomar el café con Lucía, Zoe y Marta. Las primeras en llegar fueron Lucía y Zoe, pero Marta se retrasó mucho ya estaban preocupadas por ella, por fin Marta llego, pero las chicas se dieron cuenta de que estaba muy extraña cuando le preguntaron que le pasaba se quitó la bufanda dejando ver los moratones de su cuello, las chicas no entendían nada, cuando Marta les contó todo a las chicas se pusieron muy furiosas, pero como no se podían haber enterado de nada durante 12 años, las chicas hablaron con Marta y la consiguieron convencerla de irse de esa casa, Lucía ofreció que se quedaran un tiempo en su casa y aunque Marta rechazo en un principio termino aceptando la invitación.

También se puso a pensar en la misma noche, como ese despreciable hombre entraba tirando la puerta y apuntando a Marta, a lo mejor, si Lucía no hubiese actuado todas estarían muertas, Lucía le salvo la vida a ella y a sus amigas, y lo único que podía hacer para agradecerle era mantenerse en silencio y no contar nada de lo sucedido. Empezó a cabar y entero el muerto, al terminar fue a casa de Marta limpio todas las pruebas, se cambió de ropa y fue a buscar a los hijos de Marta que aún seguían con la niñera, los llevo a casa de Marta y los acostó a dormir, ella también durmió en casa de Marta con los niños.

Sara llegaba a primera hora de la mañana al hospital y Zoe salía para ir a descansar a casa, cuando Zoe llego a casa solo vio a su marido, ¿pero dónde estaba su hija?

-¿Dónde está?

-¿Dónde está quien?

-Quién va a ser nuestra hija, Anna.

-Seguramente estará con sus amigas o con su novio.

-Es imposible no se nada de ella desde que...

-¿Desde qué?

-Desde que se coló en la casa de los Wesly.

-¿Pero como te atreves a meter a nuestra hija en eso?

-Perdón, sé que no lo debería de haber hecho.

-Te juro que como le pase algo a Anna te dejo.

Zoe lo tenía claro había de volver a la casa de los Wesly, pero esta vez como los distraería necesitaba pensar y rápido, a lo mejor podía utilizar el tema de Marta, ya que estaba en el hospital, ella y las chicas les dirían que ese día no se podía quedar ninguna de las tres con Marta y que si se podían quedar ellos, las chicas se negaron al instante en que lo dijo ¿Pero como iban a dejar a su amiga con alguien que podría ser un asesino?, Zoe se derrumbó y les rogó que les ayudara, de repente a Lucía se le ocurrió una idea.

-Ya que dijimos que lo de Marta fue un robo, podríamos hacer todos una reunión para hacer una patrulla, seguro que tendrán miedo de que les puedan robar y con una patrulla se sentirán mejor, el día de la reunión te podrás colar y buscar a tu hija

Zoe y Sara se sorprendieron ante la idea de Lucía, era perfecta, solo que ¿cómo harían para que el niño no estuviera en casa? Lucía les contó que su hijo y el son, amigos y que le podría decir a su hijo que quedara con Erick el día de la reunión. Lucía siempre fue la más inteligente del grupo, pero últimamente Lucía sorprendía a las chicas con su inteligencia. Cada chica tenía un rol en el grupo Marta era la más buena y bondadosa, Lucía era la inteligente, Sara era una estupenda cocinera y era una persona con mucha clase, y Zoe era la más tiquismiquis del grupo, cada una era esencial para el grupo. Al día siguiente el marido de Zoe coloco carteles de se busca por toda la ciudad, esa misma tarde alguien pico el timbre al abrir Zoe vio que eran los Wesly.

-Hola Zoe, hemos visto que buscas a tu hija.

-Hola, si la busco la última vez que la vi fue en la cena de vuestra bienvenida.

-Podríamos ayudarte a buscarla, ¿tienes alguna foto de ella?

-Si claramente un segundo.

-Vale nos la podrías dejar.

-Ehhh, si

-Vale si averiguamos algo te avisamos.

-Vale, que tengáis un buen día.

-Adiós

Zoe estaba confundida, no entendía nada, podría ser que fuera una distracción para que no supiera que tenían a su hija o a lo mejor solo querían ayudar, aquella noche iban a hacer la reunión, era su oportunidad para saber la verdad. Al llegar la tarde Zoe se reunió con las demás en el hospital, empezaron a hablar sobre la búsqueda de Anna y sobre lo que paso aquella noche, cuando de repente se abrió la puerta y entro una señora, con un vestido elegante, un sombrero de piel y una chaqueta de piel que le arrastraba por el suelo, las chicas no se lo podían creer aquella señora era...