Capitulo 5

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me encerré en mi habitación, no quería saber nada de esto, aunque estaba extremadamente feliz y me parecía impresionante todo aquello tenía miedo, mi cabello cada vez cambiaba más de color, tomando en cuenta mi situación de vivir en una finca, salir sin ser vista es todo un dilema, salgo con una toalla enrollada en mi cabello.

los problemas entre mis padres por estos días se están haciendo más frecuentes así que, si solo me encierro y salgo poco no me notan, es el plan perfecto.

salí de mi habitación cuando queria comer, era la hora de la cena, invente que tenía más actividades pendientes y por eso no podía salir a cenar con ellos, esta vez fue diferente, cuando salí, pensé que no habría nadie, ahí estaba mi mamá, me senté en el comedor, pensé que se iría, pero me miraba, una mirada tan penetrante, de esas que pueden observar a través de ti y desmantelar tu alma, era incómodo, ella se levantó, pensé que seguiría derecho, de nuevo pensé mal

se paró a mi lado, no me miraba, yo estaba temblando, aunque nunca actuaba así le tenía miedo, mucho miedo, sentí como de un tirón arranco la toalla de mi cabeza, el plato lleno de comida se regó, pos instinto me agache y tape mi cabello, ví la toalla caer al suelo justo a mi lado, sabía que todo había acabado

-bonito color- dice en un tono sarcástico

estaba furiosa, no sé cómo se dió cuenta, tal vez fui muy evidente

-juro que no es lo que crees

me levanté del suelo, tenía orgullo, mucho orgullo, y desde esa noche algo en mi cambio, con la cabeza en alto, la mire, era una guerra de miradas intensas, es como si quisiéramos matarnos, no explicaría nada, no tenía por qué, al fin y al cabo, siempre fui lo q ellos querían, ¿que de malo tenía algo de libertad?

-entonces que es?- sonaba calmada, eso es raro en una persona que grita por qué si y por qué no

-por que tan calmada?, la gloria que conozco me golpearía e insultaria solo por arruinar el adorado cabello que tanto se supone he de cuidar

-tienes razón, pero esta vez yo no seré quien arregle esto, de verdad estoy cansada de ti y de todo lo he luchado contigo y no valoras

-bueno, en primer lugar

pensé lo que iba a decir, era momento de volver a empezar, tome la decisión y ni lo sabía

-yo no pedí nacer, en segundo lugar -sonrie- tu no eres mi madre para venir a obligarme a ser como tú

un ardor invadió mi cara, me había pegado, pero el ardor desapareció al instante, ¿así se sentía saber su oscuro origen? fingía dolor, voltee la cabeza y la mire, ya no estaba sola, también estaba ese hombre al que llamaba padre, no dijeron nada mas, y yo tampoco, sabía lo que tenía que hacer, me voltee y agache, puse mi cabello en ambos lados de mis hombros dejando mi espalda al descubierto, ¿ya dije que eran fanáticos de la iglesia y religión y eso?!tanto que con un látigo empezó a golpearme la espalda, cuando lo hacía era por qué yo había hecho algo muy malo, el día de hoy no me importa, no me dolía, no me salía sangre, lo podía notar en la manera en la que me golpeaba con más fuerza y no pasaba nada, cuando se va saron por fin me levanté, acomode mi ropa y mi cabello ante las miradas de sopresa, condición y terror departe de ellos, les sonreí de la forma más irónica y volví a mi habitación, la niña buena se acabo

Descendientes Del Mal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora