Capítulo 7

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Ese día estaba entrenando, Lucifer no estaba conmigo, pero si los animales que se acercaban a verme, golpeaba rocas y las rompía, muy fácil la verdad, todo se volvió muy fácil, siempre he tenido en cuenta el típico dicho "de eso tan bueno no dan tanto" así que solo me preparaba psicológicamente para el desastre, que por cierto, lo llame con el pensamiento.

Escuché gritos desde la casa, los perros ladrando, y mi pequeña Mía siendo brutalmente golpeada por mi padrastro, casi la mataba, por instinto corrí de inmediato y lo empuje, tan fuerte que el golpe sonó como un estruendo contra la pared, el hombre calló al suelo adolorido, mi mamá y mi hermano estaban llorando suplicándole que parará con Mía, pero al ver lo que hice corrieron a ayudarlo, no tenía tiempo, Mía estaba muriendo, llena de sangre, las costillas y platicas rotas, se me partió el corazón, se me volvió negro, algo que no soporto es que lastimen lo que amo, estaba a punto de morir quien hacía de mis días los más lindos, no me controle, se que no quería, tome a Mía entre mis brazos, la puse en un sofá, ella estaba llorando, no se podía mover, cualquier movimiento le provocaba gran dolor, salí y allá estaba el, intentando pararse, me miró con odio, mi mamá, ella sabía la verdad, de quién era hija, me miró con miedo, supongo que sabía lo que pasaría por qué se alejo de aquel hombre y tomo a mi hermano entre sus brazos, a una gran distancia "no se acerquen" le grite, ella asintió con la cabeza.

Mi padrastro, aún creyéndose muy macho se levanto, me hizo frente, mucho más alto que yo, obvio, me tomo del brazo y me apretó fuerte, toda su fuerza reflejada ahí "usted no sabe cuánta fuerza tengo yo" dijo y trato de moverme, yo estaba en mi misma posición, no logro que yo moviera ni un músculo, el me tiró un golpe directo a la cara, lo atrapé justo cuando estaba apunto de llegar, lo tomé con fuerza, y con un facilidad impresionante quebré su mano "esto es lo que sintió Mía perro asqueroso" le grite, el se retorcía de dolor en el suelo, yo me acerque y le di patadas en las costillas, también estaban rotas, quienes hagan daño a los animales lo merecen compasión, al igual de quién daña a un inocente, lo tomé de la cabeza, apreté su cuello, mi madre y mi hermano me gritaban, no entendía nada, pobrecito de mi niño, lo estaba traumando, estaba por consumar el acto cuando alguien me sostuvo, más fuerza que yo, solté al hombre y mire a quien lo hizo, Lucifer con todas sus fuerzas trataba de controlarme, no me reconocía, parecía una fiera, escuché las bocinas de las patrullas, entonces me calme, me invadió la preocupación ¿Me meterán presa? La respuesta es no, los paramedicos alzaron al tipo, el decía que yo era la culpable, ellos me miraron y me sonrieron "es usted condenado a cadena perpetua por abuso sexual a menor de edad durante 13 años, además de maltrato a animal y maltrato psicólogico hacia su esposa".

Dios mío, quería llorar, por fin,  después de muchos años, por fin, cai al suelo, estaba tranquila, por fin en paz...

Lucifer me contó que el lo denunció, un par de favores y a mi no me harían nada, era en defensa propia, es que la plata, mi mamá estaba destruida, al final lo que tanto había tenido se hizo realidad, ella se enteró, de arrodilló frente a mi y me pidió perdón, me agache junto con ella y la abrace, nunca guardaría resentimiento, una nueva etapa comienza para los tres lejos de ese ser

En cuanto a mi pequeña Mía, Lucifer con su magia rarita la curo, al poco tiempo ya estaba de nuevo corriendo junto con los otros dos perros, Tami y Sora, ahora estaban sueltos, ya todos éramos libres, sin tener que cumplir un papel por obligación, pero apenas es el comienzo de mi verdadera historia

Descendientes Del Mal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora