❛ ❛ 24 . late night cravings ❜ ❜

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synopsis

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synopsis. simplemente peleas de hermanos y antojos en la madrugada.
info. fluff, sadie sink x fem¡!reader.
words. 1187 palabras.
warnings. nop.
author's note. buenaaas, como andan? yo ando bien happy. finalmente 'love to dream' llego a las 1Ok de leídas. 😻 muchísimas gracias por todo esto, realmente lo aprecio. 🥹 nunca creí que algún libro mío llegaría a esta cifra de leídos y me pone realmente feliz. definitivamente todos ustedes son increíbles. 🩷














Sadie llevaba puesto los auriculares, ya era de medianoche. Era raro de ver que ella este despierta a estas altas horas de la noche. Su horario para ir a dormir no pasaba de las diez con treinta. Asi que es algo extraño el no verla dormir a esta hora.

Sink suponía que le había dado insomnio. Algunas veces no podía dormir, así que se convirtió en algo normal para ella.

Ella estaba leyendo un libro mientras todos dormían. Tu estabas de visita en casa de sus padres, le habías conseguido el libro y a las dos primeras páginas ya estaba infestada.

¿La llamarían por su nombre? Sin respuesta, tendrían que luchar físicamente para quitarle el libro de la mano hasta que se diera cuenta.

Estaba leyendo frenéticamente, reteniendo cada dato del libro a medida que se acercaba a la respuesta del giro argumental. Solia saltarse el almuerzo y se quedaba despierta hasta amanecer para terminar el libro.

Las páginas volteaban y volteaban, era un poco agitado, en este punto su volteo de páginas era un ventilador portátil.

Entonces, alguien abrió la puerta, haciendo un pequeño chirrido desde la abertura, sacando las sábanas de la cama de Sadie.

Su hermano Mitchell cerró la puerta y se sentó en la cama: ─Menos mal que estas despierta. Por fin ese libro ha servido para algo.

Sadie casi gruñó de molestia cuando Mitch le arrebató el libro, tirando de la manta para echársela encima.

─¡Mitchell! ¿Estas de broma?, estaba tan cerca de descubrir quién...

─Dímelo después, ahora mismo, estoy teniendo la sensación más fuerte de toda mi vida, nunca jamás me he sentido así antes. Es como...

La pelirroja agarro un almohadón cercano y lo tiró en la cabeza del chico. ─¡Dios mío! ¡Dímelo y acabemos con esto de una vez! ¡Me acabas de quitar mi libro justo antes de la mejor parte! ¡Devuélvemelo!

─Necesito que me traigas comida. Estoy presenciando el más atroz antojo de comida.. Escúchame, necesito papas fritas. No cualquier papas frita, tienen que ser rizadas, con esa salsa picante. Es simple─ Mitchell señala a la pelirroja menor, ─Estás despierta─, luego se señala a sí mismo, ─Y yo estoy sin dinero. Tengo ansias anuales de medianoche. ¡Vamos! ¡Por favor!

La pelirroja se enfadó, ¿su hermano acababa de llevarse su tesoro más preciado por papas fritas? Claro que no. Tal vez por la mañana, pero ella no iba a conducir en la oscuridad por unas papas fritas.

─¡Dame mi libro!─ Siseó, tratando de agarrar el libro de la mano estirada de su hermano.

─¡Entonces dame mis papas fritas!

─¿Enloqueciste o qué? ¡es como la una de la madrugada! No te voy a conseguir ningunas papas fritas, ve y pidecelas a Spencer o a Caleb que te las de por la tarde.

─¡Si lo hubiera querido por la tarde lo habría hecho! ¡Pero tengo hambre! ¡No te daré tu libro si no me traes mis papas fritas!

En ese momento los dos se revolcaban en el sillón. Peleándose.

─¡Sadie, recuerda que te di diez dólares para comprar comida! ¡Esto es lo que me estás pagando!

─¡Nunca me diste diez dólares para comida! ¿De qué estás hablando?─ Sadie dijo tan bruscamente, pero en voz baja como pudo.

─¡Compraste dos paquetes de caramelos de fresa y naranja y la peor marca de té que podrías haber elegido!

─¿Qué coño fue eso? ¡Eso fue hace tres años! ¡Y no son la peor marca de té matcha. Que a ti no te guste esa marca no es mi problema!

El sillón chillaba mientras Sadie intentaba arrebatarle el libro de la mano a Mitchell, era tan fuerte pero tan silencioso a la vez. De vez en cuando lo jalaba del pelo mientras esté se quejaba.

Se oyó un pequeño chirrido, tus ojos se asomaron por la puerta. Entraste frotándote los ojos, haciendo que tu novia y su hermano se quedaran paralizadas mirándote.

De inmediato Sadie le dio una mala mirada a su hermano mayor. Le dio un fuerte codazo en las costillas por haberte despertado.

Los miraste un momento, abriendo los ojos confundida, ─¿Qué?─. Murmuraste, sin ser consciente de lo que estaba pasando.

Sadie dejó de atacar al mayor e inmediatamente se acercó a ti, acariciando tus mejillas. ─Cariño, ¿son como la una de la madrugada? ¿Por qué estás despierta?─ susurró ella en voz baja.

Estabas cansada, Sadie estaba centrada en ti, puedes distinguir la figura de Mitchell buscando la cartera de Sadie por la habitación, rebuscando en los cajones, murmurando quejas hacía Sadie que estaba pegada a ti en cuanto te ve.

Bostezaste, inclinándote hacia su abrazo: ─Me desperté y no te sentí a mi lado, luego oí tu voz y la pared prácticamente se agitó. También me desperté con un antojo realmente agradable, papas fritas rizadas con salsa picante, ¡oh y un buen té de melocotón de ese super mercado al que siempre vamos! ¡Oh, oh! ¡También helado de chocolate!

Tu voz era tan tonta y somnolienta, cuando estabas medio despierto.
Mitchell giró la cabeza hacia ti: ─¿Papas fritas rizadas?

Antes de que nada pudiera moverse, Sadie se había ido y casi como si hubieran pasado cinco segundos después ya estaba con todo lo que querías. Te hizo callar y te sentó en su cama mientras te traía todo lo que querías, besándote la frente mientras te frotabas los ojos.

Mitchell se quedó con la boca abierta notoriamente ofendido mientras miraba fijamente a su hermana, ─Oh. Ya veo cómo es, así que tu novia consigue cualquier comida que quiera en cualquier momento. ¿Pero tu increíble, hermoso, precioso y dulce hermano no puede conseguir sus papas fritas? ¡Tengo hambre!─ tu no pudiste evitar reírte en voz baja de él.

Sadie no escuchaba, te extendió las papas fritas mientras te acariciaba el pelo y te miraba completamente tonta y enamorada.

─¡Todavía tengo tu libro!

─Puedes quedártelo por ahora─, murmuró, volviéndose hacia ti mientras te llenaba con besos la cabeza: ─Puedes comer y decirme si necesitas algo más.

─¡Esto no es justo!─ chillo Mitch.
Por supuesto, le diste a Mitchell básicamente todas las papas fritas después de comer como nueve de ellas porque lo quieres y es tan tonto. Las masticaba mientras miraba a Sadie abrazarte para dormir, poniendo los ojos en blanco y comiéndoselas.

─Tienes suerte de que T / N te haya dado sus papas, porque yo definitivamente no te iba a comprar nada─ lo picó Sadie, el chico le saco el dedo del medio, tomando una foto de ustedes dos y apagando las luces mientras salía de la habitación, oyéndose los pequeños bocados de sus papas fritas.

─Es un tonto, pero aún así lo quiero─ rió Sadie y te miró mientras te quedabas dormida en sus brazos.




@ anonymoussink ﹙📚﹚; 2O24.

love to dream | 𝘀𝗮𝗱𝗶𝗲 𝘀𝗶𝗻𝗸 | one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora