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synopsis. imagina que eres una barista en un starbucks al que sadie siempre va. estás enamorada de ella, y siempre le escribes lindos mensajes en el vaso de su café para comenzar bien su día. info. fluff, sadie sink x fem¡!reader. words. 1923 palabras. warnings. noup.
Sadie termino de colocarse su abrigo antes de salir de su departamento. El invierno se acercaba, y ella quería estar lo suficientemente cálida con su abrigo y el café que una adorable barista le preparaba cada mañana antes de ir al set de Stranger Things para filmar algunas escenas. Le gustaba cuando veía siempre a T / N cada mañana preparando el exquisito café que tanto amaba, sin embargo, había algo que sin duda más le gustaba y eso era los bonitos mensajes que la chica siempre le dejaba. Simplemente alegraban su día a día y era algo que no cambiaría por nada en el mundo.
La joven pelirroja entró al ascensor y pulso el botón que la llevaba a la recepción. Metió sus manos en los bolsillos de su abrigo mientras meneaba su cabeza al ritmo de la música que sonaba a través de sus audífonos.
Una sonrisa se asomó en sus labios cuando a su mente llegaron algunos de los mensajes que la adorable barista le solía dejar en el vaso de su café. Recordaba perfectamente el rostro de la joven cada vez que le entregaba el café con distintos mensajes. Era un fuerte tono rojo decorando por sus mejillas, también recordaba los ligeros temblores en las manos de la chica y el como solía "disimular" al verla.
Su rostro se calentó y su corazón empezó a bombear de una manera veloz; quizás se estaba enamorando de la adorable barista.
Se preguntaba como es que podía pasar algo como eso: con algunos mensajes, par de miradas y que se dijieran simplemente "buenos días", cada mañana.
Tal vez había mucha química entre ambas más de lo que se estaban imaginando.
Cuando el ascensor llegó al piso de la recepción Sadie saludo con una corta sonrisa a sus vecinos y salió de la cabina. Le dio los buenos días a la recepcionista y se fue directamente a la cafetería que quedaba junto al edificio.
Al estar frente al gran ventanal podía ver todo el establecimiento fácilmente. Sadie sintió como la respiración se le iba durante unos segundos que parecian una completa eternidad, aun asi, sonrío bobamente al ver a cierta joven trabajando animadamente. Con los nervios a mil por una sola razón, Sadie entró al lugar. Al abrir la puerta está chocó contra la campanilla que estaba cerca provocando un fuerte tintineó llamando la atención de una de las trabajadoras del lugar: T / N. La encantadora barista que ha estado en su mente todo el tiempo y que ha estado provocando cosas extremadamente bonitas e inmensas en ella.
Los ojos color miel de T / N se posaron en una sola persona. Las mariposas en su estómago revolotearon y sus mejillas se calentaron, sonrío torpemente y saludo con la mano a Sadie, mientras atendía amablemente a una señora de más o menos cuarenta y pico años.
