𝘁𝗵𝗲 𝗿𝗲𝘁𝗵𝘂𝗿𝗻 ᰔ jikook

capítulo O7

Ante el fuerte grito de Jimin,
Jungkook levantó la cabeza
apresuradamente. El hombre que
recibía su ira parecía perplejo por
su comportamiento autoritario.
Frunció el ceño y le gritó,

–¡Cómo iba a saber que alguien
estaba haciendo eso dentro del
salón! No sentí la necesidad de
llamar a la puerta, como suelo
hacer, ¡porque supuse que usted se
daría cuenta de mi de inmediato!–

–¡Lárgate de aquí!–

Jungkook se puso pálido ante el grito
de su esposo. Si caballero sale,
entonces... ¿qué pasará después?
Jungkook le suplicó al hombre con su
mirada, rogándole que no saliera
a espaldas de su esposo. Pero el
hombre simplemente apretó los
dientes y murmuró algo en voz baja
antes de darse la vuelta.

–El carruaje está esperando afuera.
¡Dijiste que no estabas aquí para
comerte con los ojos al Señor Jeon!–

Jimin respondió en el mismo
tono, –¡Dile que espere!–

El hombre dio un largo y cansado
suspiro, encontrando la situación
incómoda, –No te entretengas
mucho tiempo.–

Echó una mirada de desaprobación
hacía Jungkook, cerró la puerta tras él y
se fue. La mirada de Jungkook se dirigió
hacia Jimin, rascándose la
espalda y entregándole una mirada
intensa. Su mirada severa hizo que
Jungkook se acurrucara y Jimin se
rió sardónicamente al verlo.

–No tiembles, no voy a lanzarme
hacia ti otra vez.– Luego, añadió
después de una pausa–Mierda...no
tenía intención de quedarme aquí.–

No se atrevió a levantar la cabeza
para mirarlo, sino que simplemente
fijó la mirada en sus dedos
entrelazados. Él se puso de pie y se
arregló la ropa.

–También escuchaste eso, ¿no?
Hay un carruaje esperando afuera.
Tendremos que salir de inmediato.–

Sintió que su piel se enfriaba, que
toda la sangre le salía de la cara. Él
le estaba dejando tan pronto como
llegó, Jungkook aún no había dicho una
palabra de persuasión, ni una frase
coherente.

–Ah, pero...– En pánico, Jungkook no
podía ni siquiera pensar en arreglar
su ropa suelta, más bien, agarró el
dobladillo de su ropa con angustia.

–E-espera un minuto, vamos a
hablar-

Jimin le cortó abruptamente,
–Tenemos que irnos de prisa.
Que tu criada prepare tu equipaje
primero. Escucharé lo que tengas
que decir cuando estemos en el
carruaje.–

Jungkook estaba tan asustado que
volvió a temblar, se detuvo un
momento, la confusión era evidente
en los orbes de sus ojos. Le
preguntó de nuevo con una mirada
desconcertada.

–¿Mi equipaje?–

–Si. Tus cosas. Empaca las cosas
que necesites traer.– Habló ahora
en un tono suave, muy diferente de
los gritos amargos de antes.

Aun así, Jungkook sintió que sus
palabras eran incomprensibles. Por
eso le parpadeó como un búho, lo
que le hizo dar un gran suspiro. Con
rápidos gestos con la mano, arregló
su traje descuidado y se levantó
del sofá. Luego llamó a una criada
que estaba en la puerta, pidiendo el
equipaje de Jungkook. Al escuchar eso,
fue que Jungkook se dio cuenta de que
se lo estaban llevando con él.

Jungkook se quedó asombrado con
incredulidad.

–Sólo trae lo que necesites. No
podemos retrasarnos más.–

Jungkook le respondió
inmediatamente, –S-si, no voy a
empacar nada más, tal vez unas
cosas p-pero no tengo mucho,
quizá...–

–Bien. Entonces vamos. Te
proporcionaré las cosas que
necesites al llegar a mi propiedad.–

El hombre llamó a la criada con el
equipaje de Jungkook y le pidió que
lo sacara del salón. Sus largos y
apresurados pasos hicieron que
Jungkook casi corriera para seguirle el
ritmo. Mientras tanto, Jungkook seguía
con la mente aturdida, la situación
iba hacia el resultado menos
pensado.

-¿U-uhm, tu-tu propiedad..?–

–Si, ¿Por qué?– Miró por encima
del hombro y dijo sarcásticamente,
–¿Es extraño que un pobre
caballero de bajo rango tenga su
propio territorio?–

Luego añadió, –Fui nombrado
caballero, consagrado por el mismo
Rey SeoJoon. Mi apellido que ahora
te pertenece te daba el derecho de
ser encargado de mis pertenencias,
deberías haber vivido allí después
de nuestro matrimonio.–

Su perplejidad crecía con cada
cosa que le decía. ¿Una casa en
la que debería haber vivido?
Sus pensamientos no fueron
escuchados, Jimin bajó las
escaleras rápidamente y salió al
amplio jardín, sin querer explicar
más. Junto a la enorme Fuente de
Jeon, un lujoso carruaje llevado por
cuatro caballos estaba aparcado
donde estaban reunidos unos
cuantos caballeros.

Tan pronto como se acercaron
a ellos, el ruido de los hombres
disminuyo. Algunos de los
caballeros miraron a Jungkook,
detrás de Jimin, y sus miradas
curiosas eran tan penetrantes
que le hacían sentir incómodo.

Al ver que Jungkook permanecía
aún detrás de él, Jimin se dio la
vuelta,–¿Qué estás haciendo?
Rápido, entra en el carruaje.–

–Ah, pero... m-mi padre debería
estar esperándome. Uh, yo...
primero...–

La expresión de Jimin se
endureció de repente. Le agarró por
el brazo y le arrastró hasta el frente
del carruaje.

–Eres mi esposo. Me llevo a mi
esposo conmigo ¿a quién debo
pedir permiso? Ni siquiera tu padre
tiene el poder de interferir.–

Después de hablar decididamente,
lo levantó con sus robustos
brazos y le hizo sentarse en el
asiento del carruaje. La mirada de
desconcierto en la cara de Jungkook no
se desvaneció.

«Mi esposo…»

Había estado pensando que él iba a
proceder con el divorcio. Ahora los
pensamientos se descontrolaron
dentro de su cabeza