capítulo O9

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Jungkook bajo la mirada, perdiéndose
en sus pensamientos, por otro lado,
Jimin trataba de descifrar el
significado de su mirada perdida.

–Incluso un nativo como yo
sabe la importancia de los votos
matrimoniales. No puedo creer que
un doncel noble como tú lo haya
ignorado por completo.–

–¿Qué quieres decir con que lo
ignoré?–

–¿Cómo diablos lo llamas? Te
casaste conmigo e ignoraste
completamente tus deberes tan
casualmente. ¡No esperes que
aguante tal actitud en el futuro!–

Abrió la boca con asombro. ¿Cómo
pudo hacer tal acusación? ¡El día
después de la boda, se fue sin decir
una palabra!

–No lo sabía. No me dijiste...–
Parecía no estar impresionado con
su defensa, así que añadió, –¡N-
nunca lo ignoré... uh, no! Oh, más
bien... te he estado esperando…–

–¡No me jodas! Te has quedado
en el castillo de tu padre durante
los últimos tres años, a pesar de
ser el Señor Park. Has elegido
permanecer en el lujoso castillo de
tu padre, ¡aun sabiendo que tenías
que dejar tu hogar justo después de
la boda!–

Resopló fuerte.

–Sin embargo, creo que lo entiendo.
Ningún hombre aristocrático
renunciaría a su alta posición para
proteger la casa de su marido, que
puede volver como un cadáver.–

Jungkook se quedó sin fuerzas para
responder, profundamente
avergonzado por su acusación, no
podía refutar ni una palabra. Este
hombre sólo estaba diciendo cosas
que no podía entender.

Pero no podía dejarlo pasar. Estaba
decidido a salvar su matrimonio a
toda costa. Así que, le dijo…

–Tu-tu casa, ¿Cómo podía saber
eso? ¿Dónde está? Podía estar en
cualquier parte. ¡Nunca me dijiste
algo al respecto!–

–¡No te hagas el inocente! Hice
todo lo que pude para que vinieras
y te quedaras en mi propiedad
antes de irme a la expedición.
¡Cuando muriera, se suponía que
heredarías la herencia que yo
estaba administrando! El hijo del
duque puede no preocuparse, pero
era un bien importante que dejaste
completamente desatendido.–

La ira era evidente en su cara. No
parecía que estuviera fingiendo.
De todos modos, no tenía ninguna
razón para engañarlo en primer
lugar. Jungkook sólo pudo tragar
nerviosamente.

–Yo, eh, no sabía... no sabía ni un
poco...–

–Mis hombres me dijeron que te
negaste a ir.– Habló con amargura
ante lo cual Jungkook inclinó la cabeza,
un poco avergonzado.

–No te molestes en pedir perdón
ahora. He sabido lo que piensas de
mí durante los últimos tres años.–
Jimin siempre había sido
consciente de cómo todo el mundo
despreciaba su estatus, para todos
él sólo era un caballero a merced de
sus superiores.

Y estaba convencido de que Jeon
Jungkook pensaba igual de él.

–Lo siento. Realmente, no lo sabía.
Cuando me desperté después de
nuestra noche juntos, ya te habías
marchado. No escuché ninguna
palabra de despedida de tu parte.–

Jimin entrecerró sus ojos;
intentando con todas sus fuerzas
ver si él estaba diciendo la verdad.
Parecía un cordero a punto de
ser sacrificado, Jungkook esperó sus
siguientes palabras; su corazón
latía rápidamente contra su pecho.
En el siguiente momento, para su
sorpresa, el hombre escupió en un
tono ligeramente más suave.

–Aunque no te diera instrucciones,
debiste haber ido a mi propiedad.
Ese es el deber natural de un
doncel casado, estar en la casa de
su esposo. Este matrimonio puede
parecerte poca cosaa, pero para mi
no lo es–

Jungkook no encontró ninguna posible
contradicción a lo que dijo.
Aunque para él su matrimonio no
era tan insignificante como Park
insinuaba, si era cierto que no
se lo tomaba tan en serio ya que
sólo estaba intentando seguir las
órdenes de su padre.

¿Cómo se supone que se tomaría
el matrimonio en serio? Si su
matrimonio, después de todo, era
sólo un 'sacrificio' inevitable por el
bien de la Familia Jeon.

–¿Y si te estuvieras
embarazado?–

–¿Embarazado?– Jungkook,
que estaba perdido en sus
propios pensamientos, lo miró
nerviosamente.

–Esa noche, ciertamente cumplí
con mi deber. ¿No era el embarazo
posible?– El sarcasmo que goteaba
de su boca drenaba todos los
colores de su cara. Su momento
íntimo seguía siendo un recuerdo
doloroso y vergonzoso para el.

Aunque sabía que el acto era para
establecer su matrimonio, se sentía
incómodo cuando los recuerdos de
esa noche volvían a su mente.

¡Pero él estaba haciendo
comentarios tana la ligera,
como si eso no fuera gran cosa
para él! Jungkook se estremeció. Sin
embargo, su repentino cambio
de comportamiento no pasó
desapercibido para Jimin, y él,
una vez más, se sintió agitado por
su reacción.

Golpeó la pared fuertemente.

–¡Maldita sea, no pongas esa cara!
¡Como si fuera horrible tener un
hijo conmigo!–

Jungkook sólo podía temblar de miedo
ante su arrebato. En el siguiente
segundo, lejos de su anterior
despliegue de ira, Jimin
asumió un estado de calma y se
volvió misteriosamente silencioso…
Con rápidos movimientos, de
repente puso su mano en la puerta
del carruaje, usándola como
palanca, y saltó del vehículo en
marcha. Jungkook quedo perplejo.

–¡Señor! ¡Se ha avistado un ogro!–
gritó uno de sus hombres desde
fuera.

𝘁𝗵𝗲 𝗿𝗲𝘁𝗵𝘂𝗿𝗻 ᰔ jikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora