capítulo O8

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–¡Vamos, vamos, vamos!– Gritando
a la gente fuera del carruaje, se
sentó frente a él y un momento
después el carruaje empezó a
traquetear.

Jungkook miró desconcertado
hacia el Castillo Jeon. Había
imaginado innumerables veces
las diferentes formas en que se
habría desarrollado su reunión
con su esposo. Sin embargo, este
desarrollo actual estaba lejos de las
escenas preconcebidas en su mente
ansiosa.

«¿Por qué... por qué me llevas
contigo?» Jungkook sólo podía
meditar internamente la pregunta,
mira a su esposo con los ojos
abiertos como un ciervo.

Jimin miraba el paisaje con su
brazo sobre la ventana, con una
calma notable, como si nunca lo
hubiera sacado a rastras, como un
rayo después de una lluvia de besos
en frenesí.

»–El Rey SeoJoon le ha instado a
comprometerse con su hija real. ¡ÉI
no perderá esta oportunidad!–«

El Duque Jeon estaba como un
diablillo en su hombro, repitiendo
las palabras de condena en su oído.
Pero no era sólo el duque quien
pensaba así, incluso Jungkook lo creía.

La Princesa Yujing, que era de la
realeza, era una maga de renombre.
Y Jimin, uno de los héroes que
participó en la Excursión del Dragón
Rojo.

La romántica historia de dos almas
similares que luchaban juntas en
el campo de batalla y se convertían
en enamorados, soplaba como un
viento suave por toda la ciudad.
Aquellos que habían captado esta
historia esperaban una gran boda a
su regreso.

El famoso guerrero Jimin, y la
maga dotada, ¡La Princesa Yujing!
Y en sus pensamientos, pensó que
un divorcio era inminente, cayendo
en espiral como una avalancha
imparable. Incluso el sacerdote que
había presidido su boda lo habría
pensado. Nadie ignoraba que la
tiranía del Duque Jeon era la razón
de su matrimonio. Tenía una causa
y una justificación legítima para
pedir el divorcio.

«Pero, ¿por qué...?»

Jungkook miró de reojoa Jimin.
La brisa que entraba en el carruaje
jugaba con los mechones de
su cabello, balanceándolos
suavemente. Su rostro helado, uno
que debió desarrollar después de la
severa expedición, sirvió para crear
una atmósfera inabordable. Su
cabello estaba desordenado como
un nido de pájaro en su frente, y su
piel un poco bronceada le daba a su
guapo aspecto una atmósfera aún
más exótica.

Jungkook nunca había visto a la
Princesa Yujing en persona, pero
contaban historias de su gran
belleza. Brillantes mechones
negros y ojos azul profundo como
el océano. No tenía dudas de que,
si Jimin se paraba a su lado,
se verían como personajes de un
hermoso cuadro.

Pensando así, echó un vistazo
cauteloso a su reflejo en la ventana
del carruaje. La vista de una frente
ancha, el pequeño y bajo puente
de su nariz, y una cara que, para el,
se veía rara por sus grandes ojos
y labios delgados, lo saludó.
Pecas marrones descansaban
en la parte superior de su nariz,
y su cabello, todavía tenía pelos
rebeldes que sobresalían como
paja.

Sólo había pensamientos terribles
dentro de su cabeza. Estaba
convencido de que Jimin
no quería que fuera su esposo.
Debe haber algo más, ¿Qué quiere
que haga? pensó, al final de sus
temores.

Como si notara que Jungkook lo
escudriñaba, y por la mirada
dudosa de sus ojos, finalmente lo
miró. Atrapado por sus penetrantes
ojos, Jungkook bajó rápidamente su
cabeza. El hombre encontró su
acción desconcertante y escupió
una pequeña maldición.

–Aunque se sienta terrible estar
conmigo, trata de ocultar tu
repulsión. ¡No tengo intención de
dejar este carruaje por culpa de un
esposo temeroso!–

Con su creciente agitación, Jungkook
dijo rápidamente, –¡Oh, no, no! No
es terrible. No, nunca dije eso...–

–¡Entonces, ¡qué es esa mirada de
asco!– escupió venenosamente un
segundo después.

En un impulso, Jungkook levantó
rápidamente sus manos para
cubrir su cara. Si bien era cierto
que la confusión lo asustó y le puso
nervioso, tardó en darse cuenta
de cómo debía mirarlo con sus
emociones deprimentes a la vista.

–Sé que eres consciente de
que nuestra situación no es...
ordinaria.–

El hombre suspiró por su obstinado
silencio. Sólo que, sin saberlo, Jungkook
sudaba profusamente de ansiedad.

Continuó, esta vez con más
seriedad, –No sé mucho sobre ti.
Estoy seguro de que a ti te pasa lo
mismo. Pero ahora eres mi esposo,
y debes estar a mi lado toda mi
vida, como declaran los votos
matrimoniales. Pero, ¿Cómo puedo
considerarte mi esposo si tiemblas
tanto sólo por estar a mi lado?–

–To-toda tu vida... A-a tu lado?–

Su mirada de asombro hizo que el
rostro de su esposo se llenará de
furia, Jungkook se sentía perdido
–Nos casamos hace tres años.
¿No es la voluntad del cielo que
una pareja casada viva junta para
siempre?–

Jungkook lo miró como si una
segunda cabeza hubiera brotado
de su ancho cuello. No podía creerlo;
una persona así no parecía
tener intención de romper su
matrimonio.

«Tal vez está mintiendo por
alguna razón, tal vez sus palabras
son para burlarse de mí porque
piensa que no he oído hablar de
su compromiso con la princesa.»

A pesar de sus palabras, los
pensamientos en la cabeza de
Jungkook sólo seguían
descontrolándose.

𝘁𝗵𝗲 𝗿𝗲𝘁𝗵𝘂𝗿𝗻 ᰔ jikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora