𝑀𝓎 𝒹𝒶𝒹𝒹𝓎 {Tom Kaulitz}

5.

Narra Tom

Mis ojos se resignaban rotundamente a quitar la mirada de la suya desde el segundo en que se giró, dejándome ver su rostro que tanto deseaba mirar.

Me sentía hipnotizado por sus ojos como si fuese la primera vez los veía, cuando en realidad los conocía perfectamente bien.

— Hola Tom —La pequeña manita de Ali se agitaba de un lado a otro, saludándome con entusiasmo—.

La mirada de Olivia cayó rápido en su hija en cuanto la vio saludándome tan contenta, noté como se tensó por completo mientras desviaba la vista hacia mi de nuevo, solo quedándose de pie mientras la cargaba entre sus brazos, aún sin hablar.

— Hola Ali —Sonreí devolviéndole el saludo con la mano, provocando que riera de una forma tan tierna que en lo único que pensaba era en cómo hubiera sido tener un hijo juntos—.

Toda ella estaba tan distinta, su cabello estaba más oscuro de lo que recordaba y también se veía más delgada.

Pero no dejaba de lucir hermosa.

— ¿Tú también conoces a Tom mami? —.

La voz de Ali volvió a hacerse presente, tomando por sorpresa a Olivia por la pregunta.

Se veía nerviosa y sinceramente me causaba gracia ver cómo reaccionaba.

— Si cariño —Asintió sin quitarme la mirada de encima, haciéndome sentir nervioso como siempre lo ha hecho desde que estuvimos juntos por primera vez— Si conozco a Tom —.

No se cuanto tiempo pasó de mirarnos sin decirnos nada directamente que ni siquiera noté cuando unos pequeños brazos se abrazaron por detrás de mis piernas.

— Papá —Sentí como jalaba suavemente mi pantalón para que le prestara atención— ¿Puedo subirme al caballito? —.

La mirada de Olivia se desvió inmediatamente hacia Mateo en cuanto lo escucho hablar, cambiando su semblante a uno más relajado.

— Claro cariño, dame un segundo —Asentí sonriéndole mientras acariciaba su cabeza un poco antes de levantar la mirada de nuevo—.

Olivia permanecía de pie mirándonos como si aún le costara creer lo que sus ojos veían.

Y siendo sincero yo me sentía igual.

— Que grande está —Dijo sin despegar su vista de mi hijo, mirándolo con ternura—.

Tragué saliva al recordar su reacción cuando le dije que sería papá y que ese hijo era de Kim.

No pude evitar sentirme triste por ella de tan solo imaginarme lo que pueda estar sintiendo al verme así.

— ¿Cómo te llamas? —.

Preguntó mirándolo sonriente mientras que Mateo seguía de pie junto a mi, mirando el caballito con ganas de subirse a él ya.

— Mateo —Contestó dudoso mirándola fijamente antes de mirarme a mi por un segundo— ¿Tú quién eres? —.

— Soy Olivia y ella es mi hija Ali —Sonrió bajándola hasta sus pies para que quedara frente a Mateo— Saluda cariño —.

— Hola —Movió su manita agitándola igual que antes pero esta vez saludando a mi hijo—.

— Hola Ali —Contestó abrazándose aún de mi pierna—.

Suspiré sin creer que mi hijo estuviese frente a la hija de Olivia, que estuviéramos aquí de frente después de años sin ser nada, jamás me imaginé que estas circunstancias fueran posibles.