*Capitulo spicy*
Llevaba por lo menos diez minutos sintiendo la mirada de Tom sobre mi, sus ojos parecían clavarse en los míos ignorando por completo la plática que hacían los demás con total descaro como si le importara lo más mínimo a lo que venía y quisiera enfocarse solo en mi.
Era tanta su poca vergüenza que incluso se inclinaba hacia delante, apoyando sus codos sobre la mesa para verme más de cerca como si Vincent no estuviese presente sentado junto a mi silla.
Dudo mucho que no lo haya notado pero se que por educación no diría nada delante de esta gente y esperaría a estar a solas.
Yo trataba de poner mi atención en los demás pero era inútil, mis ojos se desviaban por si solos hacia los de él y veía perfectamente como se curveaban sus labios hacia arriba cada que eso pasaba.
Cínico.
Lo está disfrutando y mucho.
Cerré los ojos un momento y satisfecha pensé que podía darle una cucharada de su propio chocolate, yo también se como jugar.
— ¿Quieres que traiga más vino? —.
Pregunté en voz baja acercándome a escasos centímetros del rostro de Vincent mientras con una mano acariciaba su entrepierna de la forma más sutil que podía.
Su mandíbula rápido se tensó antes de tragar saliva, dirigiéndose hacia mi sonriente.
No me importa que estén estas personas aquí si tengo que provocar a Tom, hoy no se saldrá con la suya.
— Si cariño —Asintió mirando despistadamente a la mesa donde las copas de nuestros invitados estaban casi vacías— ¿Te ayudo? —.
Sonreí asintiendo de vuelta a la vez que mi prometido se levantaba de la silla mientras yo le lanzaba una pequeña mirada a Tom desde mi lugar.
Me dispuse a levantarme enseguida sin quitarle los ojos de encima viendo como su rostro se llenaba de confusión.
Claramente no iríamos por vino pero tendríamos que regresar con uno a la mesa para no levantar tantas sospechas.
— Enseguida regresamos —Dije sonriente caminando en dirección contraria, tomándonos de la mano y saliendo de la vista de todos los presentes—.
Sentí como el cuerpo de Vincent se pegaba al mío en cuanto pasamos por el pasillo hacia la puerta trasera que daba al jardín.
Lo último que queríamos dar eran espectáculos delante de los demás pero el hecho de irnos juntos de forma repentina era suficiente para que la imaginación de Tom comenzara a trabajar.
Sus manos apretaban mi cintura con fuerza mientras me decía todo tipo de cosas sensuales al oído, provocando que se me erice la piel y sienta ese típico cosquilleo en el cuerpo.
No tenía pensando en hacer algo tal cual, pero unos cuantos besos acompañados de caricias sobre las zonas sensibles serían más que suficiente.
— Eres muy traviesa —Dijo acorralándome en una esquina cerca de la puerta donde teníamos un área de descanso con adaptador para hacer fogatas por la noche— Tendré que castigarte más tarde —.
Sonreí mirándolo con diversión al mismo tiempo que mordía mi labio inferior, pasando mis manos por su pecho suavemente antes de bajarlas por su cuerpo lo suficiente para que entendiera mis intenciones.
— ¿Vas a vas castigarme? —Pregunté inocente acercándome a su boca sin quitarle la mirada de encima—.
Noté como se tensó provocando que tomara mis manos con fuerza llevándolas hacia arriba de mi cabeza mientras las detenía sobre la pared con las suyas.
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𝑀𝓎 𝒹𝒶𝒹𝒹𝓎 {Tom Kaulitz}
FanficA veces los amores no son lo que uno espera. Segunda temporada de 𝒟𝒶𝒹𝒹𝓎.