The Only Exception╰☆╮Enzo Vogrincic

1.2

To you, everything's funny
You got nothing to regretI'd give all I have, honey
If you could stay like that
Oh, darling, don't you ever grow up
Don't you ever grow up, just stay this little

Never Grow Up - Taylor Swift

▲•▼•▲『♡』▲•▼•▲

1 de Enero del 2000

—¡Feliz año nuevo!

Sonaba por todas partes, todos se abrazaban entre sí y plantaban besos en cachetes mientras los fuegos artificiales explotaban de fondo.

Delante de Ignacia se estaba quemando el mono, sus primos le tiraban más cosas para que se quemaran y se fueran con el año anterior. Cuando el fuego aumentó repentinamente Ignacia se aferró a la mano de su padre. El hombre no dudó en levantarla para envolverla con sus brazos.

—Ta, te estás poniendo más pesada, princesa.— Molestó Fidel, besando la frente de la niña. Su cabeza tenía un "cintillo" que le había regalado una tía en navidad, mientras el hombre lucía un reloj nuevo, regalado por sus suegros.

Una mujer ebria, que era la prima de alguien, se acercó tambaleándose para plantar un beso en la mejilla de los Martinez.

—Tan aíslados que están mis uruguayos favoritos—. Comentó con un acento horrible, riendo estruendosamente. Ignacia se rió, pero Fidel ya había escuchado demasiado la bromita y no llevaban ni dos semanas allí.

—Al menos a mí se me entiende lo que digo.

—shiaaaaa, andai' detonado.

Y se fué.

—¿Le entendiste?— Preguntó el hombre a su hija, que lo miraba con una sonrisita. Negó levemente y ambos rieron.

Los primos de Ignacia no tardaron en ir a buscarla para que jugaran, así como las tías y primas de Alicia no tardaron en sacar fotos a todo lo que se les cruzara. Fidel observaba tranquilamente la celebración. Su mujer se le había perdido mucho antes de que empezara la cuenta regresiva, así que se quedó junto a su suegro por el resto de la noche.

La familia entera se estaba quedando en un terreno, casa de los bisabuelos de Alicia, y ahí permanecieron hasta la semana siguiente, como era tradición. El tiempo se pasó volando, habían demasiadas cosas que hacer y los niños tenían que ayudar también.

Ignacia se había encargado de cuidar a los animales e ir a buscar algunos que se habían arrancado a la cordillera, acompañada de sus primos y su tío Fernando, que era como un segundo padre para ella.

Así llegó el 8 de enero. Estaban todos ayudando a decorar la casa, los niños corriendo por todo el terreno con la cumpleañera.

Pero Fidel no estaba allí, pues había pedido prestado una camioneta a uno de los cuñados de Alicia y estaba esperando ansiosamente en el aeropuerto. Cuando anunciaron el vuelo que el esperaba, levantó con un gran cartel que leía "Vogrincic".

Lo primero que sintió fueron pisadas rápidas y luego dos cuerpos estrellándose contra él. Cuando bajó la mirada pudo ver a dos sonrientes niños.

Enzo no paraba de preguntar por Ignacia, mientras Nati intentaba contar en un respiro cómo había sido viajar en avión por primera vez. La madre del niño los alcanzó finalmente y saludó al hombre, agradeciéndole por el viaje.

Cuando se subieron a la camioneta con las valijas, Fidel supo que había tomado la decisión correcta. Enzo estaba muy ansioso y fascinado, no dejaba de mover la pierna y mirar a su alrededor.