En el distrito rojo entre más bella seas, más dinero obtendrás. Las mujeres son vistas sólo como objetos que cumplen los servicios de aquellos hombres que buscan descargar su estrés y pasar un buen rato divirtiéndose con todas nosotras.
Toda mi vida...
Lo que había iniciado en una hermosa cita con Rengoku termino en...
-Donde esta el...*se filtra mi voz en un hilo apenas audible*
-Ara ara querida pronto te encontrarás con el... En el otro mundo. *Douma bebe de una botella de cristal un líquido azul claro para después sujetarme por la mandíbula y verter ese líquido en mi boca escupo sobre su rostro un poco de ese líquido y el abofetea mi rostro mientras muestra una gran sonrisa poco a poco su rostro comienza a mirarse difuso me sentía mareada. Poco a poco comienzo a perder la lucidez y luego de eso me encuentro en repleta oscuridad.
Al despertar, me encontraba atada de manos y pies al asiento de un automóvil con la boca cubierta de cinta mi corazón comenzó a latir fuerte al ver a Douma conduciendo.
-Buenos días primor.
En un patético intento por moverme consigo solo lastimarme.
-Tranquila ya casi llegamos n.n
Miro por mi espejo y veo como nos acercamos a la prisión mis ojos se humedecen porque solo puedo pensar en una persona. Douma pasa como si nada por seguridad hasta un estacionamiento donde me saca en una silla de ruedas. Por lo visto Muzan había pagado una fuerte cantidad de dinero para tener comprados a varios oficiales ya que ninguno volteo a mirarme n siquiera...como si fuese un ser humano sin dignidad alguna en aquellos momentos solo podía pensar en aquellos tres hombres que nunca me miraron de aquella forma si no como el ser mas amado que han visto, el recuerdo de sus caricias y su adorables palabras me llenaban de esperanza y coraje hacia lo que estaba punto de suceder.
Douma se detiene sobre una reja y con ayuda de unas llaves abre cada uno de aquellos candados. Mi sangre se congelo al verle ahí
-Que gusto verte de nuevo querida...
-Mu...zan...-apenas audible salió de mi boca su nombre y sentí como sus ojos rojos me absorbían. El pelinegro me sujeta de la mano y me lleva a una tina mi cuerpo estaba completamente adormecido por los efectos de esa droga que Douma me había obligado a ingerir Muzan me despoja de cada prenda que cubre mi piel y entra conmigo a la tina.
-Tranquila...nunca me ha gustado hacerlo con alguien en esa condición Menciona mientras pasa una esponja espumosa sobre mi espalda abrazo mis rodillas dándole la espalda mientras el frota aquella esponja y mi cuerpo se siente mayormente cálido. mis mejillas se ponen rosada mientras siento su tacto sobre mis botones y su lengua arrastrarse sobre mi larga espalda. Mi piel se eriza y el me da la vuelta dejándome frente a el, bajo mi mirada al sentir su bulto punzando ligeramente mi estomago.
fue entonces cuando comprendí que era lo que iba a suceder...
P d. Me voy a saltar en la redacción la parte sexual ya que he leído sus comentarios y algunos parecen molestarle el contenido de ab*so que sufre la prota 🤐.
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