Capítulo 15

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Era la mañana del viaje y ya estaban en el aeropuerto. Violeta había ido con Denna, y Chiara con Ruslana. Facturaron las maletas y estuvieron esperando a la hora del embarque. Se sentaron en unas sillas cerca de la puerta y no hicieron mucho más que charlar y comer algo. Como el pasaje de Violeta se añadió a último momento, Denna se sentaría con ella y Ruslana con Chiara, así ninguna sufriría el viaje, aunque Denna y Ruslana estaban deseando estar juntas. A pesar de que pasaban el día haciéndolo, siempre querían más. Llegaron por fin a Mallorca y Ruslana y Denna fueron a buscar el coche que habían alquilado, ya que fueron las que los reservaron y tenían que firmar ambas. Mientras, Chiara y Violeta se quedarían esperando las maletas.

-Ya venimos, no tardamos. No os mateis por favor- dijo Ruslana. Ambas quedaron en silencio durante un tiempo hasta que finalmente una se atrevía a hablar

-¿Cómo estás?- era la primera palabra que compartían juntas desde esta mañana

-Pues bien, con muchas ganas del viaje- contestó Chiara

-Yo también, y muchas gracias por dejarme venir- dijo Violeta nerviosa

-No es nada, además lo hago principalmente por Denna

-Ya sí, lo sé- contestó Violeta algo apenada. Volvieron a quedar en silencio, el cual se sintió bastante incómodo, hasta que aparecieron Ruslana y Denna, y como ya habían cogido las maletas, salieron camino a la casa. Al llegar Chiara y Violeta se sorprendieron bastante, ya que eran las únicas que no sabían nada de la casa. Al pasar se dejó ver un amplio salón-cocina, cuyo elemento principal era un precioso sofá en L y varios puffs a su alrededor. Junto al sofá había una mesa de cafe redonda que abarcaba casi todo el sillón, y frente a esta una pequeña televisión. A la izquierda del salón estaba la gran cocina, con una isla en medio y varios taburetes rodeándola. El salón tenía unos ventanales que daban a la terraza de la casa. Una pequeña puerta dejaba pasar a esta para encontrarse con varios sillones de exterior, a la izquierda una hamaca colgada en dos palos y una barbacoa, cubierto con un pequeño toldo de madera. A la derecha de la terraza habían un par de hamacas y una pequeña cabaña de madera. Lo mejor de esta terraza era la extensa piscina que tenía, en la cual había un jacuzzi en una esquina. Las habitaciones de la casa no eran los elementos principales, sin embargo no se quedaban atrás respecto al resto de la casa.

-¡Wow! No tengo palabras- dijo Chiara. - Muchas gracias chicas, por esto, por todo. 

-Venga anda, vamos dentro- dijo Ruslana siendo la primera en pasar. Como fue un plan apresurado, Ruslana y Denna no pudieron mirar nada, así que con el paso de los días irían viendo que hacer. Ese día decidieron que se quedarían en casa a descansar, colocar las cosas y disfrutar de la casa. Todavía era muy temprano y tenían hambre. Descubrieron una cafetería que al parecer, estaba 5 minutos de su casa así que salieron hacia ella. Era una cafeteria muy agradable y acogedora, con unas vistas al mar preciosas. Desayunaron unos cafes y algún que otro dulce mientras charlaban de cosas varias, pero principalmente toda la atención iba hacia Chiara después de el gran concierto que había hecho. Tras un buen rato de charla decidieron volver a la casa, pero antes pasaron por un supermercado para comprar cosas para poder sobrevivir en esas semanas. Hubo un poco de discusión sobre qué cosas comprar ya que querían cosas muy diferentes y otras muy innecesarias, o eso creían algunas

-Chiara, no necesitas tantos botes de yogur alpro lima limón, puedes sobrevivir unas semanas sin ello- dijo Ruslana cansada de la obsesión de su amiga

-¡No! ¡No puedo!- dijo Chiara enfadada. -Los necesito como el aire para poder respirar- al final terminaron accediendo porque era imposible decirle que no a Chiara. Violeta la miraba y reía viendo la adorable que era necesitando yogures para poder vivir. Al llegar a la casa se tendieron en el sofá y pusieron una película. Llevaban un rato hablando de que les apetecía ver algo, y cuando llegaron decidieron ver una pelicula de miedo. Ruslana y Denna se acostaron juntas abrazadas, y Denna, cansada del viaje, no pudo evitar quedarse dormida en los brazos de esta. Por otro lado, Violeta y Chiara estaban sentadas a un lado de la pareja separadas. La película comenzó tranquila, aunque en algunos momentos saltaban por el miedo que esta les producía

¿Casualidad o causalidad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora