En el vibrante entorno de Londres, la vida de Zamira Hawthorne, una adolescente de 16 años, toma un giro inesperado al cruzarse con los hermanos Sterling, quienes, a pesar de compartir lazos de sangre, son polos opuestos. Caleb, el mayor, es la pers...
Mientras el autobús se alejaba, Zamira reflexionaba sobre su tiempo con Caleb. Sin embargo, sus pensamientos fueron interrumpidos cuando el autobús se detuvo en la parada más cercana a la exposición de arte. Se levantó, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo.
Al entrar en la exposición, sus ojos se llenaron de las vibrantes obras de arte que adornaban el espacio. Fue entonces cuando lo vio. Hiram Sterling estaba parado frente a un cuadro abstracto, su expresión era de intensa concentración.
"¿Te gusta el arte?" preguntó Zamira, acercándose.
El joven se giró hacia ella con una sonrisa seductora. "Sí, es fascinante. ¿Cómo te llamas?"
"Soy Zamira," respondió ella, impresionada por su confianza.
"Soy Hiram. Vamos al mismo colegio, ¿no es así? He notado tu cabello rojo en los pasillos," dijo Hiram con un aire de familiaridad.
Zamira se sintió sorprendida y ligeramente halagada. "Sí, esa soy yo. Es difícil pasar desapercibida con este color de cabello," respondió con una sonrisa tímida.
Mientras caminaban juntos, observando las diversas obras de arte, la conversación fluyó naturalmente. Zamira se encontró disfrutando de la compañía de Hiram, una experiencia inesperada y refrescante.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"¿Qué te trae a la exposición esta noche?" preguntó Hiram, observando una escultura moderna.
"Quería ver algo diferente, algo que me inspirara," dijo Zamira. "Y parece que lo he encontrado."
Hiram la miró con un interés genuino, y por un momento, Zamira sintió que había algo más en él, más allá de su fachada de chico malo.
Al terminar la noche, Hiram la acompañó a la salida. "Ha sido una noche interesante. No esperaba encontrarme con alguien tan intrigante, me alegro de haberte encontrado aquí."dijo con una sonrisa seductora
Zamira asintió, sintiéndose a la vez confundida e intrigada. "Yo también lo disfruté," admitió.
Caminando a casa, Zamira reflexionaba sobre Hiram. La noche había revelado una parte de él que era desconocida para ella, dejándola con ganas de saber más. "Hay algo en Hiram Sterling que no puedo descifrar, pero definitivamente me ha dejado pensando," se dijo a sí misma.
