Capítulo 12: El Concierto

1 0 0
                                    

Zamira se despertó ese sábado con una sensación de excitación y nerviosismo. La noche del concierto de Hiram había llegado, y aunque se sentía ansiosa, también estaba emocionada por verlo tocar. Se tomó su tiempo para arreglarse, eligiendo cuidadosamente su atuendo y maquillaje para la noche.

Mientras estaba distraída en su cama, recordando la noche del viernes mientras estaba en el club de arte, su teléfono vibró con una notificación inesperada de Messenger. "¿Quién podría ser?" se preguntó, abriendo la aplicación. Su corazón se detuvo por un momento al ver el remitente del mensaje: era Hiram.

El mensaje decía: "Hola Zamira, puedo pasar por ti a tu casa para ir al concierto. ¿Cómo a las 5:30 pm te parece bien? Por cierto, no tengo tu número, así que te busqué aquí."

Zamira leyó y releyó el mensaje, su corazón latiendo con fuerza. "No puedo creer que Hiram me buscara en Facebook," pensó, sintiendo una mezcla de sorpresa y felicidad.

Rápidamente, respondió: "Me encantaría ir, se me olvido comentárselo a mis padres, y necesito su permiso para poder ir. Te confirmo más tarde."

Hiram respondió: "Genial, estaré esperando tu mensaje."

Después de dejar el club de arte, Zamira corrió a casa. "Mamá, papá, ¿puedo ir a un concierto mañana en la noche? Un amigo pasará por mí," preguntó, tratando de sonar casual.

Sus padres, después de algunas preguntas, accedieron. "Está bien, pero llámanos si necesitas algo," dijeron.

Con el permiso asegurado, Zamira envió un mensaje a Hiram confirmando que podía ir. Mientras esperaba a que llegara la hora, los nervios y la emoción crecían dentro de ella.

Finalmente, a las 5:30 pm, Hiram llegó. Zamira, con el corazón palpitante, salió de su casa, lista para una noche que sabía que no olvidaría.

Al salir de su casa, Zamira vio el coche de los padres de Hiram esperándola, con un chofer al volante. Hiram estaba sentado en el asiento trasero, mirándola a través de la ventana abierta. Al acercarse, Hiram salió y le abrió la puerta del coche con una sonrisa. "Hola, Zamira. ¡Te ves increíble!" dijo él, su mirada brillando de admiración.

Zamira, sintiéndose halagada y un poco nerviosa, agradeció el gesto. "Gracias, Hiram. Tú también te ves muy bien," respondió mientras subía al coche con la ayuda de Hiram.

Durante el trayecto, conversaron animadamente sobre música, arte y sus vidas. Zamira se sorprendió de lo fácil y cómodo que era hablar con Hiram, y cómo cada palabra suya capturaba su atención.

Al llegar al lugar del concierto, la atmósfera estaba cargada de energía y expectación. La banda de Hiram comenzó a tocar y Zamira quedó fascinada con su actuación. Su presencia en el escenario era magnética, y su talento musical era indiscutible.

 Su presencia en el escenario era magnética, y su talento musical era indiscutible

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después del concierto, Hiram se reunió con Zamira. "¿Qué te pareció?" preguntó, ansioso por saber su opinión.

"Fue increíble," dijo Zamira, impresionada. "No sabía que eras tan talentoso."

Hiram sonrió con satisfacción. "Me alegra que te haya gustado. Eres una buena audiencia."

De regreso a casa, el chofer condujo en silencio, permitiendo que Zamira y Hiram disfrutaran de los últimos momentos juntos. Al llegar, Zamira se despidió de Hiram, sintiéndose emocionada y confundida. "Gracias por una noche inolvidable," dijo.

"Gracias a ti por venir," respondió Hiram, y con una última sonrisa, se alejó en el coche.

Zamira entró a su casa, con el corazón lleno de emociones encontradas. "¿Qué significará todo esto?" se preguntó, pero en su interior, sabía que estaba empezando a explorar nuevos aspectos de su corazón y sus sentimientos.

El Dilema De Zamira HawthorneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora