Capítulo 7: Encuentro Casuales

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Hiram

Desde el momento en que Hiram vio a Zamira en la exposición de arte, supo que ella era diferente. La forma en que su cabello rojo vino resaltaba entre la multitud, cómo sus ojos reflejaban cada luz y sombra de las obras que contemplaban. Se encontró admirándola, capturado por su belleza y su presencia.

Mientras caminaban y hablaban, Hiram se sintió genuinamente intrigado por Zamira. Sus ojos, intensos y expresivos, lo habían enamorado en su encuentro cara a cara. "Hay algo en ella que no puedo sacar de mi cabeza," pensó mientras se dirigía a casa después de la exposición.

Al llegar a casa, su madre notó de inmediato el cambio en su actitud.

"¿Cómo estuvo la exposición, Hiram?" preguntó con curiosidad.

Hiram, que usualmente mantenía su fachada de chico malo, deportista y algo engreído con su padre y hermano, se abría con su madre. "Fue interesante," comenzó, vacilando un poco. "Conocí a una chica, Zamira. Es... diferente a las demás."

Su madre le sonrió, notando el tono inusual en su voz. "¿Diferente cómo?"

"Ella... ella tiene esta manera de ver el mundo, es como si cada cosa que mira la transformara en algo más hermoso. Y su cabello, es como el fuego bajo el sol," confesó Hiram, casi en un susurro.

"Suena como si te hubiera causado una gran impresión," dijo su madre, poniendo una mano sobre la suya.

"Sí, lo ha hecho," admitió Hiram, permitiéndose una sonrisa pequeña y sincera. "No sé qué significa aún, pero no puedo dejar de pensar en ella."

Esa noche, en su habitación, Hiram se quedó despierto, reflexionando sobre Zamira. Por primera vez en mucho tiempo, se sentía emocionalmente expuesto, vulnerable. "¿Qué me estás haciendo, Zamira?" se preguntó a sí mismo, sintiendo un torbellino de emociones que nunca había experimentado antes.

El Dilema De Zamira HawthorneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora