El Dilema De Zamira Hawthorne

Capítulo 18: Dudas de Zamira

Después de las citas con Caleb y Hiram, me encontraba más confundida que nunca. Caleb era dulce, considerado, y estar con él era reconfortante. Pero Hiram, con su intensidad y misterio, despertaba en mí sentimientos que no podía ignorar. Sentada en mi habitación esa noche, me encontraba perdida en mis pensamientos, sin saber cómo desenredar el nudo de emociones que se había formado en mi interior.

Estaba dormida cuando el ruido de mi celular me despertó. Eran las 1:00 am. Vi que tenía cinco llamadas perdidas de Caleb. Mi corazón se aceleró y rápidamente le devolví la llamada. Caleb sonaba agitado, desesperado, e incluso creo que estaba llorando. Me preguntó si Hiram estaba conmigo, si había hablado con él en algún momento de la noche. Le respondí que no, que no sabía nada de él, y le pregunté qué estaba pasando. Todo lo que me dijo fue que si Hiram me contactaba, le dijera que fuera a la casa de inmediato.

Después de colgar con Caleb, me quedé sentada en mi cama, envuelta en una manta de preocupación y confusión. "¿Qué podría haber sucedido entre Caleb e Hiram?", me pregunté. La urgencia en la voz de Caleb era inconfundible; algo grave había ocurrido.

Incapaz de volver a dormir, me levanté y caminé por mi habitación, intentando adivinar qué podría haber pasado. "¿Debería intentar contactar a Hiram?", me cuestioné, pero algo me decía que debía esperar a que él se comunicara.

Mientras la inquietud crecía dentro de mí, decidí escribirle a Hiram, esperando obtener alguna explicación o al menos saber que estaba bien. No obtuve respuesta.

Las horas pasaban lentamente, cada minuto se sentía como una eternidad. Me envolví en mis pensamientos, recordando cada momento con ambos hermanos, cada sonrisa de Caleb, cada mirada intensa de Hiram. Pero ahora, esos recuerdos estaban teñidos de preocupación y miedo por lo desconocido.

Finalmente, cerca de las 3:00 am, mi celular vibró nuevamente. Era un mensaje de Hiram: "Lo siento, necesito estar solo esta noche. Hablamos mañana." El mensaje era breve, pero detrás de esas palabras podía sentir un mundo de dolor y confusión.

Me acosté nuevamente, pero el sueño no llegaba. Mis pensamientos estaban enredados entre la preocupación por Hiram, la angustia en la voz de Caleb, y mis propios sentimientos confusos. "¿Qué está pasando?", me pregunté, sintiendo una pesadez en el corazón. La situación se había complicado más de lo que jamás hubiera imaginado, y yo estaba en el centro de todo.

Mientras la noche se convertía lentamente en mañana, me prometí a mí misma que intentaría entender y ayudar en lo que pudiera. Pero también sabía que debía cuidar de mis propios sentimientos. Este triángulo amoroso no solo estaba afectando nuestras vidas, sino también la relación entre dos hermanos.

Me quedé despierta hasta que los primeros rayos del sol comenzaron a filtrarse a través de mi ventana. Con la llegada de un nuevo día, sabía que tendría que enfrentar lo que había sucedido y las decisiones que debía tomar. Pero en ese momento, todo lo que podía hacer era esperar y tratar de prepararme para lo que vendría.

Después de las citas con Caleb y Hiram, me encontraba más confundida que nunca. Caleb era dulce, considerado, y estar con él era reconfortante. Pero Hiram, con su intensidad y misterio, despertaba en mí sentimientos que no podía ignorar. Sentada en mi habitación esa noche, me encontraba perdida en mis pensamientos, sin saber cómo desenredar el nudo de emociones que se había formado en mi interior.