Mateo oculta muchos secretos y uno de ellos es el echo de que es un reencarnado.
El se encuentra en el mundo de las leyendas de México como el hermano mayor de Leo San Juan y Nando San juan.
El no quería verse en vuelto en lo que le deparaba a su ah...
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Tanto mateo como leo llegaron de nuevo a su hogar donde nana dionisia los esperaba.
—Llegan justo a tiempo chamacos les tengo un mandado necesito que lleven estos panes a la dona machorro en la casa 10 de la calle de la nahuala—Dijo nana dionisia mientras le daba el pan a leo.
Mateo miro a nana dionisia como si fuera el ser más incomprensible del mundo.
"Lo está haciendo a propósito?"
Pensó mateo mientras suspiraba resiganado.
—La-la calle de la na-nahuala?—Dijo tembloroso leo y tratando grueso.
—Sí enfrentito de la casona abandonada...bamos vallan ya antes de que se les haga más noche—Dijo nana dionisia mientras sacaba a mateo y a leo de la casa.
Mateo suspiro y se remango sus mangas.
Parece que tendrá que agarrarse de las greñas pronto con sierta bruja amargada.
Pensó mateo divertido aunque por dentro estaba nervioso y sentía que el corazón le empezaba a latir rápidamente.
—Hay san pedro...—Dijo leo nervioso y comenzando a caminar alado de mateo el cual parecía tan tranquilo como de costumbre.
Mateo respiro ondo y comenzó a caminar mientras mantenía serca a leo.
Mantuvo la guardia en alto y estuvo atento a su entorno...
Después de un buen rato de caminar y ya casi llegando a donde la casona mateo se detubo al sentir alguien acercándose desde atrás de ellos.
Mateo se dio la vuelta justo cuando una anciana con aspecto algo extraño los estaba por llamar.
Leo solo se sobre salto y retrocedió nervioso.
—Niño serian tan buenos para regalarle un pan a esta anciana?—Dijo la mujer con una sonrisa.
Mateo entre cerro los ojos y observó aquel hilo blanco que tenían todos rodendolos...en la anciana...El cual estaba muy pero muy opaco...
Mateo suspiro y tomo la bolsa de pan de leo para luego sacar uno y ofrecérselo a la anciana.
—Deveria tener más cuidado con su salud y no salir en la fría noche—Dijo Mateo de forma tranquila.
La anciana sonrió y tomo el pan para luego tomar la mano de mateo.
Mateo la miro confundido.
—Son uno niños tan buenos...—Dijo la anciana con una pequeña sonrisa—Pronto nos veremos de nuevo...—Dijo la anciana mientras miraba a mateo a los ojos sin pestañear...para luego darse media vuelta e irse.
Mateo se quedó quieto y observó a la anciana irse.
