Esta historia anteriormente se llamaba "Do ut Des" pero por razones logísticas me vi en la necesidad de cambiar el título.
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Draco ama tanto a Harry que cuando lo vio muerto en los brazos del guardabosques que lloraba desconsolado, tomó una de...
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Los magos Sangre Pura tienen reglas, más arraigadas que aquellos que son hijos de muggles. A estos sencillamente se les retira su magia. Pero las familias ancestrales. Ellos que conocen sus leyes y aun así las quebrantan. Pierden su prestigio. Pero también es cierto que es muy difícil que cualquier miembro de la familia recurra al Consejo Druida.
Los Druidas son magos que la misma madre de la magia, Ferea. Ha puesto entre los magos para llevar a cabo el castigo.
Dichos magos son completamente incorruptibles, insondables y sin una pizca de empatía. Están allí para impartir el castigo y juzgar si un miembro de la familia, ha atentado contra esta y si es el caso retirarle su magia dándola de regreso al jefe de la familia.
—*Pensé que era lo que querías, Dragón*
—No es lo que quiero, Sishén. Es lo que debo hacer para salvar a mi familia.– Draco suspiro.
—*Estaré a tu lado*– dijo poniendo una mano sobre el hombro del niño.
El rubio asintió cuando una voz ronca dijo su nombre.
—Draco Malfoy– mascullo aquel ser con apariencia de duende al ver el rostro del niño frente a él.
—Buenos días, quisiera saber que tengo que hacer para tener una audiencia con el Anciano Mayor.
—¿Y se puede saber para qué lo solicita?– exclamo el hombrecillo desconfiado.
—Quisiera solicitar el juicio de los Ancianos para mi emancipación.
—Ya veo, permítame y consulto con el amo Gormock si lo puede atender– dijo el duende para luego dirigirse a la oficina principal.– casi enseguida volvió. —Joven Señor Malfoy venga conmigo he preguntado y el amo lo atenderá ahora.
Draco siguió al enano que lo atendió hasta unas puertas laterales, una vez ahí caminaron por un corredor lleno de más puertas hasta llegar a una más grande en donde decía en lenguaje antiguo "Señorío"
—Buenos días, señor Malfoy, soy Silas Gormock, me ha informado Faran que desea emanciparse.
—Buenos días, señor Gormock, si en efecto esa es mi intención– Draco sabía que los Druidas se tomaban eso muy en serio.
—Bueno siéntese señor Malfoy, ya que el tema nos puede llevar un rato, Faran cierra la puerta.
Una vez cerrada la puerta Draco se tensó un poco, la luz disminuyo, lo mismo que la temperatura. En el "Señorío" una habitación especial Druida, no se podía mentir. Desde ese momento todo cuanto saliera de su boca sería la verdad absoluta. Sishén volvió a poner la mano en su hombro.
