CAPITULO 35

47 4 5
                                    

Julian.

Ver a Olivia de nuevo después de días sin hablar o tener ningún tipo de contacto se sintió como si hubiera vuelto a encontrarle sentido a la vida. Pero no ser capaz de tocarla, de decirle lo mucho que la sigo amando y cuanto quiero luchar por lo nuestro... se sintió como si me clavaran una daga en el pecho y le estuvieran retorciendo lentamente.

Una tortura que no dudaría volver a pasar solo para verla otra vez.

-No entiendo porque no te quedaste -Knox me dice -. Y no entiendo porque nos estamos yendo, deberíamos esperarla.

-No me quede porque los únicos permitidos para estar en las audiciones son los jueces -le digo por enésima vez -. Y estamos yendo hacia el supermercado porque Mary dijo que ella iba a hacer la cena y tú insististe que deberíamos probar tu especialidad.

-Ah, verdad que sí.

Niego con la cabeza mientras estaciono mi carro en el supermercado más cercano, Knox insistió en venir conmigo hacia Julliard porque no quería perderse de lo que iba a pasar.

-Ustedes son mi novela favorita -fue lo que me dijo cuando lo vi.

Le escribí a Mary sobre lo que tenía planeado, como quería seguir peleando por mi relación con Liv y ella me dijo que tuviera paciencia, pero que eso no significaba que tuviera que mantener una distancia. Por lo cual, ahora mismo estamos comprando ingredientes para tener una cena en donde podré hablar con Liv de una vez por todas.

Quisiera hacer muchas otras cosas que solo hablar, pero en estos momentos tomo lo que sea que me den.

-¿Estás seguro que eso es todo?

-Si... ¡Oh! ¡Las salchichas! Eso es lo que le da el sabor.

Frunzo el ceño mientras veo a Knox ir a buscar las salchichas que se le estaban olvidando. Reviso mi teléfono otra vez, son las cuatro de la tarde, Liv ya debió salir de la audición.

¿Cómo le habrá ido?

Estoy seguro que le fue excelente, si no la aceptan en Julliard es porque todos ellos son unos estúpidos que no saben reconocer el talento cuando lo tienen en frente.

-Listo, ya podemos irnos a mi dulce morada.

Sacudo mi cabeza ante sus palabras. Tardamos alrededor de veinte minutos en llegar a su casa por culpa del tráfico.

Cuando estamos en la casa, no vemos a nadie, pero escuchamos unas risas en la cocina. Por un momento pienso que es Liv, pero cuando entramos a la cocina nos encontramos a Mary y a la hermanita de Knox, Gianna, bailando.

-Giana, te vas a partir la pierna.

La voz de Knox sobresalta a su hermana haciendo que ella caiga en su trasero.

Ouch.

-¡Knox! ¡Le voy a decir a mamá y papá!

-Uy, que miedo.

Gianna entrecierra los ojos antes de levantarse con la barbilla levantada, camina hasta al lado de Knox antes de gritar.

-¡Mamá! ¡Papá! ¡Knox me empujo!

-¡Yo no te empuje, enana! No es mi culpa que tengas un pésimo equilibrio.

-¡Tú me distrajiste!

-¡Tu te caíste solita!

-¡No!

-¡Si!

-¡Que no!

-¡Que si!

Dulce Melodía © [Sweet #2] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora