veintitrés

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- Marti, ¿podi ir a entregar estos globos al primero c?- la voz de la Pauli, la presidenta de nuestro curso, me hizo levantar la vista.

- Yap- le sonreí. Estaba anotando los mensajitos en las tarjetitas para los globos que había que entregar, así que tapé el plumón que tenía en la mano y tomé los globos que me extendió.

- ¿Necesitai ayuda?- escuché la voz del Basti a mi espalda.

- No, gracias- me apresuré a responder sin siquiera mirarlo-, la Alme me va a acompañar- la aludida me miró confundida, mientras inflaba un globo, pero al reconocer la mirada de "ayúdame weona" que le tiré, rápidamente le hizo un nudo al globo y lo dejó a un lado antes de seguirme al patio del colegio.

- Weona, ¿hasta cuando van a seguir así?- me preguntó la Alme con cierto reproche en su tono de voz, cuando ya estábamos lo suficientemente lejos de la sala

-¿Así como?- me hice la tonta

- Es como muy obvio que estai evitando al Basti, y que él aún así hace todo lo posible pa seguir estando cerca de ti.

ya había puesto a la Alme al tanto de lo que habíamos hablado con el Basti cuando me quedé a dormir en su casa, y tenía que admitir que, aunque yo prefería fingir demencia, mi mejor amiga tenía un poco de razón.

un poco tirando pa mucho, quizás.

Al día siguiente, cuando la lluvia ya había pasado, me fui a mi casa apenas pude, así que con el Basti no habíamos tenido oportunidad de hablar mucho. Estos días en el colegio el panorama no había mejorado, inconscientemente había empezado a ser muy cortante con el Basti cada vez que me hablaba, y evitaba quedarme a solas con él, porque no podía sacarme de la cabeza la conversación que habíamos tenido, especialmente las últimas dos preguntas que me hizo. No estaba emocionalmente preparada para volver a hablar del tema, y aunque sabía que no podía huir de él pa siempre, por ahora me parecía un buen plan seguir fingiendo que no pasaba nada.

- No sé, Alme- la miré con una expresión de culpa haciéndose notable en mi rostro-. No me gusta estar así con él, si estábamos super bien antes de esa charla. Finalmente estábamos recuperando la amistad que teníamos antes de que él estuviera con la Nadia, y eso me tenía muy feliz. Pero lo miro y se me vienen a la cabeza todas esas cosas de las que hablamos. Y, como no respondí a sus preguntas, sé que en algún momento va a querer volver a hablar de eso.

- Pero te dijo que no había drama si no queriai responderle- me recordó.

- Si, pero no sé, siento que en algún momento vamos a tener volver a hablar de lo que pasó ese día, y no estoy prepará pa volver a sacar ese tema.

-¿Por qué no?

- Porque ya no estoy segura de cuáles son mis sentimientos hacia él- confesé-. No sé, siento que estuve tanto tiempo esperando que el Basti quisiera estar conmigo y ahora que sí se podría no sé como sentirme. Es como cuando estai mucho tiempo queriendo comprarte algo, y cuando por fin te llega no te sientes tan emocioná como pensaste que te ibai a sentir al tenerlo.

- Quizás te sientes así porque ya no tienes tan idealizado al Basti como hace unos meses- ladeó la cabeza-, en volá te enamoraste de la imagen que teniai de él, y con todo lo que ha pasado en el último tiempo te diste de cómo es él realmente, y por eso ya no estai tan segura de estar con él.

- Puede ser- asentí con la cabeza, sin mucho entusiasmo-. ¿Tu crei que me preguntó eso de si quiero estar con él en un futuro solo porque está despechao después de haber terminado con la Nadia?- solté la pregunta que venía rondando en mi cabeza desde hace días.

si bien el Basti cada vez nombraba menos a su ex, sabía que esa relación lo había marcado caleta, sobre todo la manera en la que terminó, así que no me extrañaría que hubiese dicho eso solo porque no quería estar solo.

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