veinticuatro

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- Como dirían los lolos, no estoy soportando- mi papá se tapó la cara con las manos e hizo como que lloraba.

- Maximiliano, no seai cabro chico- lo retó mi mamá, mientras tomaba otro mechón de mi pelo para enroscarlo en la plancha de pelo y hacerme rulos.

-¿Y como queri que me ponga, Javiera? Mi guagua va a tener su primera cita, tengo derecho a estar triste.

apreté mis labios para reprimir la sonrisa que se me estaba formando al pensar en que tendría una cita con el Lucas.

-¿Y qué tiene de malo?, es normal que a su edad quiera salir con niños. Tú y yo teníamos la misma edad que tiene la Martina cuando empezamos a pololear.

- Por eso mismo te lo digo po, no es que nosotros nos juntáramos precisamente a hablar cuando teníamos citas- mi papá subió y bajó las cejas, antes de que mi mamá tomara un pinche que había sobre la cama y se lo tirara en la cara.

- El Lucas no es ni por lejos igual a como erai tú cuando chico, Maxi- dijo mi mamá mientras seguía ondulándome el pelo-. Aparte el niño ya vino a la casa, ya sabemos que es decente y que tiene buenas intenciones, ¿por qué estai haciendo tanto drama?

-¿Y qué pasa si terminan igual que nosotros? ¿Qué pasa si terminan durando veinte años, tienen una hija y una casa?- dijo mi papá mientras daba vueltas alrededor de la pieza

- Maxi, con todo el respeto que te mereces como mi esposo, estai puro webiando- le dijo mi mamá-. No pesques a tu papá, ¿si?- mi mamá se inclinó por sobre mi hombro para dejar un beso en mi mejilla, y después volvió a dirigirse a mi papá-. Que tu hayai sido mi primer y único pololo no quiere decir que pa la Marti será igual. Si decide estar a futuro con el Lucas, bien, y sino, la apoyaremos cuando quiera estar con alguien más.

- No sé si me tranquiliza eso de que conozca a más hombres, Javiera- mi papá frunció al ceño.

mi mamá desenchufó la plancha y, después de dejarla a un lado, tomó un frasco de aceite que tenía en su tocador y me lo puso en las puntas-. ¿No queri ir a ver fútbol al living o hacer algo que no implique seguir atormentando a tu pobre hija?

como el macabeo que es, mi papá se fue escaleras abajo y a los segundos escuchamos como prendía la tele.

-¿Estai nerviosa?- me preguntó mi mamá mientras me peinaba el pelo con los dedos, mirándome a través del espejo.

- Después de esa escena que hizo mi papá, sí- solté una risa nerviosa

- No le hagai caso, cuando la Matilda la presentó a su primer pololo también se puso así- la Matilda era la hermana menor de mi papá, y según lo que me contaba mi mamá, él siempre la había cuidado mucho, especialmente cuando mis abuelos se habían separado-. Se nota que el Lucas es un buen niño, que haya tomado la iniciativa para planear una cita contigo habla bien de él. A mi edad, los minos creían que invitarte a una plaza a verlos fumarse un pito era una cita.

-¿Cómo fue tu primera cita con mi papá?- le pregunté, volteándome a mirarla

- Me invitó a comer papitas, en esa cita hablamos caleta y nos conocimos más, me contó de las intenciones que tenía conmigo, yo le conté de mi historia familiar y nos dimos nuestro primer beso- sonrió mientras recordaba. Me encantaba la expresión que ponía mi mamá cada vez que hablaba sobre los recuerdos que tenía de su relación con mi papá, que se acordara tan bien de los detalles de cada momento juntos era una prueba de lo mucho que había atesorado esos momentos.

-¿Qué puedo hacer para que la cita salga bien?- ladeé la cabeza-. Me da miedo hacer algo que me deje en vergüenza y que después no quiera volver a salir conmigo- confesé.

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