marti
giré mi cuello hacia la derecha para mirar por la ventana y distraerme del silencio incómodo del auto mirando los paisajes que íbamos pasando. Fue en vano, ya que la tensión que se respiraba entre mis papás y yo era insoportable.
igual, entendía su reacción, cuando volvieron anoche me pillaron durmiendo con el Lucas.
de los pocos recuerdos que tenía de cuando llegamos a mi casa, le había pedido al Lucas que se acostara conmigo un rato, él había accedido diciendo que solo sería un rato. Probablemente el cansancio le ganó y se terminó quedando dormido. Yo estaba muy curá pa cachar que estaba pasando, pero cuando mis papás entraron a mi pieza pa ver si estaba bien lo vieron ahí conmigo.
mi mamá suspiró y le bajó el volumen a la radio-. ¿Ustedes van a seguir sin hablarse?- espetó, refiriéndose a mi papá y a mi.
habíamos pasado el día en la casa de mi abuela materna con el resto de la familia, y aunque intentamos hacer que no pasaba nada, la tensión entre mi papá, que era el que más se había molestado, y yo se notaba de lejos.
- No tengo nada que decir- mi papá se sujetó con fuerza al volante.
- Maxi, ¿Cuál fue una de las primeras cosas que nos propusimos cuando supimos que la Marti venía en camino?- mi mamá suavizó su tono de voz.
- ¿Que si no era del colo la íbamos a desheredar?
mi mamá puso los ojos en blanco-. Que no íbamos a ser el tipo de papás que le hace la ley del hielo cuando pasa algo como esto, que íbamos a hablar las cosas con ella y buscar una solución.
- ¿Y qué solución se te ocurre para que no siga metiendo minos a la casa mientras no estamos, Javiera?
puse los ojos en blanco-. Papá, las cosas no fueron tan así.
-¿Y cómo fueron, entonces?
- Estaba muy curá y el Lucas entró para que me pudiera acostar- dije hilando los recuerdos sueltos que tenía de ayer-. Yo le pedí que se acostara conmigo porque me daba miedo quedarme sola en lo que llegaban ustedes, y se quedó dormido, fin del tema.
- Maxi, no seai tan cuático con el tema- le pidió mi mamá-. Agradece que, cuando vio que la Marti no estaba en condiciones, la ayudó a acostarse y se quedó con ella hasta que llegamos. Cualquier otro mino la hubiese dejado ahí a su suerte, ¿preferi eso?
mi papá respiró hondo mientras sus manos se relajaban al rededor del volante-. ¿Segura que no pasó nada?- me miró por el retrovisor.
- No paso nada- le aseguré, porque aunque mis recuerdos de anoche eran borrosos, sabía que el Lucas no me pondría un dedo encima si estaba curá.
- Perdón si reaccioné mal- se disculpó mi papá después de un rato-, es que estai creciendo muy rápido, poroto. No sé, me cuesta asumir que ya no eri esa niña de ocho años que hablaba como un minion.
- tulapera con la papaya.
mis papás se rieron-. Que bueno que se hayan reconciliado- dijo mi mamá-, pero tenemos que poner algunas normas nuevas. Marti, no hay problema con que el Lucas vaya a la casa, pero ojalá siempre sea cuando estemos nosotros. No es que desconfiemos, pero por si acaso.
- Yo desconfío de cualquier ser masculino que quiera acercarse a mi hija- aclaró mi papá.
- Pero si el otro día dijiste que el Lucas te caía bien- le recordó mi mamá.
ESTÁS LEYENDO
avíspate po
Teen Fictionella, enamorada de su mejor amigo, él cual está pololeando. él, recién salido de una relación que lo dejó siendo más inseguridades que persona. ninguno sabía que un trato para ayudarse mutuamente los haría conocer lo que es ser la primera opción de...