XXII | Inverosímil realidad

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JAPAN GRAND PRIX
SUZUKA
05 DE ABRIL DE 2024
FP1 Y FP2

La próxima vez que Charles vio a Max luego de la noche en su casa -la no casa- fue en el paddock, aunque realmente solo fueron vistazos a la distancia de un Max pensativo y distante.

Charles lo vio varias veces cerca de Eliza, ella siempre sonriente tomada de su brazo, siendo cariñosa sin llegar a la intimidad. Solía arreglarle el cabello, sonreír viéndolo a la cara, eliminando pelusas invisibles en su ropa o simplemente parándose a su lado con una expresión parecida a la satisfacción. Él no sabía cómo sentirse al respecto, más allá de los celos de los cuales se sentía en parte avergonzado, en parte le parecían razonables, después de todo Charles está muy enamorado de Max y está esta otra chica todo el tiempo sobre él. Al parecer su relación era solo para mostrar, una fachada que los beneficiaba a los tres, pero algunas veces parecía tan real que a Charles solo le servía mirar a otro lado e ignorar la realidad.

Max no le dirigió la mirada, pero estaba seguro de que él sabía que estaba allí, qué lo miraba, qué lo quería ver a los ojos. Sin embargo, por más que trató, por más que esperó, no pasó absolutamente nada. Se vio forzado a sonreír y saludar a Eliza cuando, tratando de captar la atención de Max, se cruzó con su mirada y ella, totalmente activa y emocionada, se balanceo alzando la mano y saludando con una gran sonrisa de dientes perfectamente alineados, los ojos cerrados por el tamaño de la sonrisa. Charles no había visto a muchas personas, en especial mujeres jóvenes, que tuvieran esas sonrisas de ojos de media luna. Y Eliza ya tenía ojos pequeños, la chica presumía una aparente ascendencia asiática en sus venas, pero cuando sonreía de manera real, sus ojos desaparecían. Eliza era bonita, Charles se encontró resaltandolo, tenía el cabello negro muy largo y liso, la piel no era blanca como la nieve, más bien era parecida a la suya, un tono trigueño del mediterráneo y sus mejillas eran rellenas. Charles tenía unas ganas infernales de saber todo de esta mujer atractiva, de buen humor, sentido de la moda exquisito, amable y agradable, pero lo que más le interesaba era su origen en su vida y la de Max.

Cuando empezó a seguir rondando las mismas cuestiones tan seguido, se dio cuenta de que no podía ser de ese modo y simplemente se marchó de la vista de todos y hacia su driver's room para tener un espacio de paz. El pensamiento fue reemplazado cuando fue interceptado por Pierre y, sin ninguna excusa real, Charles se vio aceptando tomar algo en el restaurante del paddock. Aunque Charles amaba a su amigo, aunque la conversación parecía ser interesante y aunque no le desagradaba estar allí, Charles era incapaz de mantenerse centrado en el presente.

Claro que Charles no iba a dejar de pensar en Max de un momento a otro. El idiota le había hecho la cena, llevó vino, lo llevó a ese tiempo en el pasado donde hacían ese tipo de cosas solo para compartir tiempo juntos y luego, luego volvió a revolverle el cerebro con sus palabras y promesas de siempre. ¿Cómo carajos lo iba a superar fácilmente? Max tenía el talento de causarle daños emocionales cada vez que lo tocaba, Charles no dejaba de bajar sus paredes de acero a consciencia solo para ser dañado nuevamente. El tema del sube y baja estaba mareandolo, si no vomitaba ese día lo haría mañana.

— ¡Charles! —saltó en su silla cuando Pierre le alzó la voz, se veía irritado, pero al verle la cara se le aflojó la expresión—. ¿Estás bien, Charles?

—Eh, si, si. Todo está bien —balbuceo agitando la mano—. ¿Qué estabas diciendo?

—Charles, en serio, ¿está todo bien? —Charles insistió en que nada pasaba, pero Pierre, que era un buen mejor amigo, no parecía convencido—. No te ves bien, pareces lejano.

Charles suspiró, la situación lo sobrepasaba, no podía simplemente decir todo lo que sentía así como así.

—Sabes que puedes contarme absolutamente todo, no te juzgare ni nada —insistió, Charles tan solo quería poder decirle todo—. Incluso aunque quisiera criticar tus elecciones de vida no lo haría, como la forma en que manejas tu relación con Max.

Probabilidad de caos | Lestappen  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora