Teeth

2

Capítulo 2

Harry y.. ¿medidas de un heredero?

...

Un mes pasó desde el despertar. El traslado a su nueva habitación fue rápida gracias a su magia, y no hubo mayores problemas además de los constantes berrinches de Dudley.

Vernon fue más difícil de tratar a la hora de compartir mesa. Ese hombre era un verdadero cerdo, no contaba con modales básicos, y su hijo era exactamente una copia de él. Petunia se limitaba a comer sin dar una sola palabra. Era incómodo, pero era lo mejor que pudo conseguir a lo largo de un mes.

Desde que conoció su pasión por la lectura, Kai le entregaba libros cada vez que podía. Los contenidos eran varios, aunque estaba seguro de que los hechizos y pociones eran completamente diferentes a los que conoció en su momento. Eran más letales, un igual a los hechizos imperdonables.

En el futuro sería beneficioso conjurar hechizos silenciosos y letales como algo de todos los días; lo mejor de todo es que nadie sabría sobre ellos. Estos libros eran directamente traídos de espacios remotos que nadie intentó investigar por.. situaciones misteriosas.

La vida no era tan mala, los días pasaban rápido a medida que su conocimiento crecía en masa. Llegó un punto en el que Kai se aburrió de practicar con él, alegando que ya no había mucho más por enseñar. Decidió que era momento de comenzar sus movimientos en el mundo mágico.

Prepararse para el futuro era fundamental a esta edad, ya no sería el niño que vivió. No sería un maldito héroe de guerra. No sería una marioneta.

—Cría, hoy iremos a Gringotts. —Kai había tomado la mala maña de llamarlo cría, y su argumento para eso era que "una serpiente jamás descuidaba a su cría".

La rutina del día a día sería interrumpida hoy, pues había asuntos más importantes por resolver. Y para eso debe ir al callejón Diagon.

—Sobre el dinero... —No es idiota. Sabe que posee una fortuna que asciende a cifras inmensas, y como heredero único, puede mover el dinero como le venga en gana.

El problema es que no tiene acceso aún a ese dinero. Para ser más concretos, ni siquiera puede abrir o restringir el acceso a sus bóvedas. Podría simplemente aparecer en el caldero chorreante, pero correría peligro de ser reconocido.

—Tengo una idea. —La serpiente desapareció unos instantes y luego apareció cubierta parcialmente en una extraña tela.

—Mi capa. —Su voz salió raspada.

Observó a detalle la reliquia que tanto cuidó en su vida pasada. Era casi increíble volver a tenerla bajo su cuidado, y sin ningún Dumbledore queriendo jactarse.

—Muchas gracias. —Acarició el mentón de la serpiente delicadamente.

Una corriente recorrió el lomo de la serpiente. En todo el tiempo que llevaba rigiendo este mundo y guiando a cuántas almas tuvo como maestros, nadie fue tan genuino y agradecido. Nadie valoró sus acciones. Esto era realmente grato.

—No ess.. nada. —Se enroscó nuevamente en el cuello de Harry, extrayendo sus extremidades cuando él posó la capa en sus hombros.

Supongo que si puedo aparecer allá.

Harry estuvo complacido. La magia fluctúa entre su núcleo y su cuerpo de manera hermosa, casi refrescantemente. Usualmente era doloroso intentar emplear su magia sin la varita, años después se vino a enterar de que todo se debía a los bloqueos de Dumbledore.