Capitulo 2

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BARBARA:

Después de saludar a aquel hombre, el y mi apa se encerraron para hablar en privado, mi deber ahora es ayudar a Eustaquia a preparar la comida, según mi apa no podemos hacer cualquier cosa, tenía que ser algo muy fino, debido a la importancia de este señor.

-Yo no se que es lo que espera el Patrón que hagamos de almuerzo.-se queja Eustaquia.-Según el debe ser algo por todo lo alto, pues ese señor tendrá que comer pescado ahumado con yuca y arroz porque eso es lo único que hay.

-No te preocupes por eso vieja, estoy seguro que ese señor se va a chupar los dedos con tu comida. A ti el pescado te queda muy rico.

-Eso sí es cierto, pero el pescado lo vas a hacer tú, yo haré el arroz y la yuca.

-¿Y por qué?.

-Ordenes de tu padre.

No se porque sospecho que ese dicho de, "al hombre se le conquista por el estómago ", tiene mucho que ver con esto. A lo mejor mi papá quiere que este señor me vea como una buena mercancía y decida comprarme.

-Es mejor que te cambies de ropa para cocinar, no vaya a ser que ensucies este vestido o te quede el olor a pescado.

-Tienes razón, ahora vuelvo.

SANTOS:

Desde que se fue mi papá, mi mamá se ha dedicado a enviar invitaciones a sus amigas para que vengan a tomar café con ella. Como se ha mantenido tan ocupada yo me dedico a encerrarme en el despacho a leer, lo único que quiero es regresar a Altamira cuanto antes, aunque se que esta vez mi regreso será diferente, regresare llevando de mi brazo a una mujer, a mi esposa. Se que el interés de mis padres porque yo me case no es porque les preocupe que yo este solo, sino porque tienen miedo a morir sin tener un nieto, sobretodo para mi papá, se que el no descansará hasta tener por seguro de que su descendencia continuará.

Aunque no se si yo pueda vivir con esto.

¿Podre estar en la intimidad con una mujer aunque no la ame ni la desee?.

Yo solo me he enamorado una vez y no creo volver a hacerlo. La mujer de mi vida es un amor imposible, un amor en las sombras. Pará mí no hay ni habrá otra mujer que no sea ella.

BARBARA:

Después de cocinar con Eustaquia fui a darme un baño rápido para quitarme el olor a pescado, primero exprimi unos limones y con el zumo lave mis manos, luego puse unas hojas de menta con agua a calentar un poco para enjuagar el resto de mi cuerpo, terminó en cuestión de unos minutos, vuelvo a vestirme con lo que tenía puesto antes, como no moje mi cabello me deshago de la pinza que lo sujetaba. Una vez lista salgo donde mi apa y ese señor van a comer, Eustaquia puso todo en la mesa, los 2 hombres salen y se sientan juntos, empiezan a comer en silencio mientras Eustaquia y yo los observamos esperando a cualquier solicitud que necesiten.

-Mmm... esto está de maravilla.-dice el señor Luzardo, una pequeña sonrisa se muestra en mi rostro.-¿Quién hizo este pescado?.-pregunta a lo que Eustaquia y yo nos quedamos pasmadas sin saber que hacer.

-Supongo que fuiste tu Eustaquia.-dice mi apa.

-No patrón, fue mi niña Barbara.

-Así que la muñeca a parte de ser bonita sabe cocinar. ¿Que más sabes hacer preciosa?.

-Se coser, lavar, cultivar algunos vegetales...

-Sabe todo lo que una mujer debe saber.-mi padre me interrumpe.

-¿Sabes leer y escribir?.-vuelve a preguntar, solo me queda negar con la cabeza, ¿que esperaba que supiera leer de corrido y escribir con caligrafía?, pues no.-Aunque sea deberías enseñarle a escribir su nombre, Guaimarán.

Bajo el cielo de Altamira Donde viven las historias. Descúbrelo ahora