SANTOS:
Estaba seguro que ella ha sido quien me ha estado robando todo este tiempo, y lo comprobé cuando entre a su habitación y vi mi brújula sobre su cama. Fue tan descarada que lo negó cuando todo la inculpa, afortunadamente pude recuperar esta brújula. Es una de las cosas que conservo de mi hermano, el me la trajo de uno de sus viajes por alta mar, la brújula tiene un valor sentimental más que material, no se que hubiera hecho si no la recuperaba.
¿Como se atreve a hablar de mi vida como si me conociera?, esa niña no sabe nada de mi, nada de lo que he sufrido. He tenido muchas consideraciones con ella pero se acabó, a partir de ahora tendrá que entender que yo mando aquí, y que no puede hacer lo que le pegue la gana.
-Antonio quiero hablar contigo.-digo bajando las escaleras.
-Si Santos.-se acerca a mi, me detengo en los últimos escalones.
-No quiero que esas lecciones de equitación continúen, se acabaron.
-¿Pero por que?.
-Porque yo lo digo y punto. ¿Quedo claro?.-asiente.-No quiero que le den ningún caballo, hasta que yo lo ordené.
-Si patrón.-da media vuelta y se retira.
BARBARA:
-¿Como así que ya no me enseñaras a montar?.
-Fueron ordenes directas de Santos, no se que fue lo que pasó entre ustedes pero el esta muy molesto.
Se está desquitando conmigo, es un desgraciado, prepotente, que se cree Dios para mandar sobre todos aquí.
-No te preocupes Antonio, yo entiendo.-camino de regreso a la cocina, veo a Casilda revisando la despensa.-¿Que haces?.
-Mi niña.-voltea a verme con la mano en el corazón.-Me asustó, no la sentí llegar. Estoy revisando lo que falta para ir al mercado.
-Te acompaño.
-No es necesario, no quiero molestarla.
-No es una molestia, además no tengo nada mas interesante que hacer. Anda si que si.
-¿Cómo me voy a negar?.
Hacemos una lista mental sobre lo que vamos a comprar.
María Nieves nos lleva en la camioneta hasta el pueblo.
Observo las casas de varios colores, las calles hechas de piedra, es diferente a la ciudad pero también es muy bonito. Esta es mi primera vez aquí en el pueblo, hace rato tenía ganas de venir y conocer.
-Llegamos.-anuncia María Nieves, detiene la camioneta, Casilda y yo nos bajamos.
-María Nieves esperanos aquí, cuando te necesite te busco.-dice Casilda y el asiente.-Vamos mi niña.-entramos juntas al mercado, hay varias personas por todas partes escogiendo frutas o verduras.
Duramos casi una hora recorriendo todo el lugar, Casilda empacaba mil cosas en una canasta, llevamos tantas cosas que no tendríamos que volver dentro de un mes.
Como la canasta era tan pesada, la cargamos entre las 2 hacia la camioneta, y la guardamos en la parte trasera.
-Casilda tengo que ir a comprar unas vacunas que me pidió el patrón, ya vuelvo.-dice María Nieves bajandose de la camioneta.-No me tardo.-empieza a caminar hacia el norte.
-En lo que María Nieves regresa, ¿por qué no damos un pequeño paseo por el pueblo?, quiero conocer el lugar.
-Esta buen vamos, pero debemos ser rápidas no vaya a ser que María Nieves regrese y no nos encuentre.
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Bajo el cielo de Altamira
Fanfiction2 personas diferentes que se ven forzadas a estar juntas.... ¿podrán pasar del odio al amor?.