ʟᴀ ᴄᴏʀᴏɴᴀ ᴅᴇ ʟᴀ ᴘʀɪɴᴄᴇꜱᴀ.- ʙᴀᴋᴜɢᴏᴜ x ʀᴇᴀᴅᴇʀ

IV

Katsuki Bakugou

-Hey, princesita.-No escuché nada, silencio.-¿Natsuki?-Me giré a mirarla y la vi dormida encima de mi hombro. Sonreí de lado y suavemente me levanté.

Suspiré. Ahora debía llevarla al palacio.

-Kirishima.-Hablé un poco mas alto.

Empecé a escuchar como los árboles se movían agitados. Y se escuchaban las alas del dragón moverse. Miré como Natsuki intentaba despertarse pero no lo conseguía.

-Hasta que llegas, cabrón.-Hablé con una sonrisa.

Me acerqué a Natsuki y la agarré, para subirla suavemente al dragón. Me subí después de ella.- A Arcelia, Kirishima.-El dragón asintió y partimos rumbo a Arcelia.

-Estarás reventada...¿no?-Miré con una sonrisa a Natsuki.-Te prometo que vamos a encontrar a ese que te hizo recordar la muerte de tu abuela.-Los ojos del dragón me miraron de reojo. Seguro que después me diría algo.

Cuando vi la gran punta del castillo le dije a Kirishima que me bajase, al aterrizar en la puerta armamos un poquito de viento, pero nadie salió de sus humildes pero preciosas casas.

Agarré a Natsuki al estilo princesa.

Aunque ya lo es...

Le puse mi capa, hacia bastante frío y no puede coger frío.

Caminé con ella en peso por las calles, hacía frío, pero era un ambiente tan tranquilo... Todo tan pacífico y claro, completamente diferente a Lorillis.

Llegué al castillo con Natsuki y con todos mis huevos toqué a la puerta. Las grandes y altas puertas se abrieron dejando ver al mitad mitad.

-¿Ah?¿Bakugou?

-¿Mitad mitad?

Me le quedé mirando. ¿Acaso el maldito mitad mitad era el prometido de Natsuki?

-¿Qué haces a...-Miró mis brazos y vio a Natsuki en ellos.-Dámela.

-¿Cómo que "dámela"?-Apreté mas a Natsuki en mis brazos.

-Que la voy a llevar a su dormitorio.-Puso sus brazos.

-Katsuki...-Natsuki susurró mi nombre y agaché mi cabeza para mirarla.

-Estoy aquí, princesita.-La acaricié la cabeza. Y volví a mirar al mitad mitad.-Apártate.

-No puedo apartarme, sabes perfectamente que no puedes estar aquí.

-Ajá, ¿eres mi padre acaso?

-No, solo te digo que si el padre de Natsuki descubre que estas aquí pueda armar una guerra.

-Su padre no está aquí.

Todoroki se me quedó mirando.

-¿Eh?¿Cómo lo sabes?

-No lo sé. Simplemente lo deduje.

-Bueno, de todas maneras no vas a entrar.

-Entonces me voy.

-Bien.

Me di la vuelta con Natsuki en brazos.

-Hey, dame a Natsuki.

-No. Si yo no entro ella tampoco.

-No seas así Bakugou.

-¿Así cómo?

-Así de inmaduro.

-¿Yo? ¿Inmaduro? Habló la persona que se muere de celos porque otra persona esta agarrando a la persona que le gusta.