ʟᴀ ᴄᴏʀᴏɴᴀ ᴅᴇ ʟᴀ ᴘʀɪɴᴄᴇꜱᴀ.- ʙᴀᴋᴜɢᴏᴜ x ʀᴇᴀᴅᴇʀ

V

Natsuki Yoshida

Después de ver la carta sonreí divertida. Empecé a recordar lo que había pasado y la sonrisa se me fue. 

¿Katsuki entró al castillo?¿Pero cómo? 

Me destapé, me puse mis zapatillas y bajé al Gran Salón. Allí me encontré a Mimi junto a Shoto, hablaban de algo serio.

-Buenos días, ¿ocurre algo?-Dije al terminar de bajar las escaleras. Ambos me miraron y se levantaron para hacer una reverencia. 

-Buenos días, princesa.-Habló Misaki. 

-Buenos días, no, no ocurre nada. ¿Podemos hablar un momento?-Me sonrió.-No te quiero quitar tiempo de tu desayuno. 

-¡Claro! Salgamos al jardín.-Caminé detrás de él al jardín. 

Cuando llegamos nos sentamos en el sofá observando las flores moverse por la brisa del viento. 

-¿Qué necesitas, Shoto?

-¿Qué relación tienes con Katsuki Bakugou?-Tosí desprevenida, pues no me esperaba esa pregunta. 

-¿Katsuki? Somos...-Me quedé en silencio. ¿Qué somos? 

-¿Sois?-Alzó una ceja. 

-Supongo que amigos...la verdad no sé, nunca...hablé con él de eso. 

Suspiró.-No importa...¿sois cercanos? Ya sabes que no...

-No puedo ser amiga de alguien de Lorillis. Lo sé, Shoto. Pero con todo el respeto, puedo hacer lo que quiera, te recuerdo que por ahora no somos nada. Y puedo hacer lo que quiera. 

-No puedes hacer lo que quieras, Natsuki. Te recuerdo que eres la princesa, y serás la futura reina. 

-Ajá, papá. ¿Y esta charla por qué o qué? 

-¿No lo recuerdas?

Me quedé en silencio.-¿El qué? 

-Bakugou te trajo al castillo.

-¿Y? 

-¿Cómo que "Y" Natsuki? ¡Es de Lorillis! 

-¿¡Y qué tiene que sea de Lorillis?!¡Mi madre también lo era!¡Y mi abuela!¿Qué hay de malo? 

-¿Tu madre y tu abuela eran de Lorillis? 

-¡Sí, joder! ¡Y no tiene nada de malo! 

-¡Bien!¡Tal vez no todo el mundo no sea malo en Lorillis, pero te recuerdo que está prohibido!¡Es el jodido pueblo maldito! 

-¡¿Y qué?! 

-¡Te juntas con su futuro rey!

-¡Lo sé!

Shoto respiró profundamente. 

-¿Por qué lo defiendes tanto, Natsuki?¿Te gusta?

Me quedé callada. 

-¿Qué...? No....

-¿Segura que no? Ese "no" suena a no estar convencida. 

-No. Pero si para eso me necesitabas me voy, necesito desayunar.-Me levanté del sofá y caminé hacia la puerta.  

-Si no te gusta, lo aprecias, ¿verdad? 

Detuve mi paso. Asentí levemente. 

-Bien. Cuando quiera salir con él, me avisas, te ayudaré a que tu padre no se de cuenta.-Me giré a verlo. 

-¿En serio?-Él asintió.-¡Gracias!-Me acerqué rápidamente a él a abrazarlo.-¡Te quiero, te quiero! 

-Yo también te...quiero.-Suspiró.