Es un Fanfic de romance entre los dos actores: Matías Recalt y Enzo Vogrincic.
Se sitúa tiempo después del lanzamiento de la película, cuando una fresca noche de verano con Enzo alcoholizado y Matías adormilado lo cambia todo sin que lo noten.
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Estaba casí acorralado, en una esquina del departamento en la que no había muebles, Enzo le clavaba la mirada con intensidad y sentía que las piernas le flaqueaban. Podía, con la poca distancia, sentir el aroma de colonia que desprendía.
Después de preguntar por los chuflines casi lo arrastró dentro del departamento, se habría quejado de no haber sido por lo atrayente que resultaba, con el pelo ligeramente mojado mientras mechones caían sobre su frente decorando su mirada.
Matías levantó la mirada con los labios ligeramente abiertos, Enzo bajó la vista como si lo analizará, cada detalle. Cuando el Ururguayo volvió a levantar la mirada Matías levantó las cejas y el sonrió como respuesta.
-¿Te molesta si te doy un beso, chiquito?
Se acercó más y pudo sentir su aliento que lo incitaba a perder los estribos. Irrealmente atrayente, la situación jamás habría estado en su imaginación de no ser por vivirla.
-Y no se, pero me volvés a decir así y te meto una patada en los huevos, con cariño igual.-Giró el rostro mirando una mesa del departamento.
Enzo se río con un tono bajo.
-Bueno, si no te gusta lo cambiamos.-Le susurró en el oído.
Aunque Matías hiciera lo posible por aparentar tranquilidad como si la situación no lo pusiera nervioso, se notaba, en la manera que su respiración era ciertamente irregular.
Giró el rostro de nuevo y con la cabeza ligeramente agachada lo miró.
Enzo le puso una mano en el cuello con suavidad, como una caricia y sin decir nada, sólo con la mirada le preguntó si podía acercarse lo suficiente y besarlo. Matías, con los labios ligeramente abiertos, puso su mano sobre la de Enzo, con un tacto que aceptaba la cercanía del otro.
Enzo bajó la vista y cerrando la distancia lo besó, con ímpetud movió sus labios con los suyos, hundiéndose en el sentimiento.
Los labios de Matias se pusieron húmedos, la habitación se volvió pequeña, y cada vez se volvía más atrapante; con la mano le acariciaba el cuello dejando un cosquilleo, a medida que el beso crecía hacían pausas para respirar.
Después de separarse comenzó a besarle el cuello y Matías apoyó la cabeza contra la pared, cuando volvió a besarlo cada vez lo pegaba más a él con intensidad.
Se perdían en sus respiraciones bajo los efectos de descubrir como se sentía el otro, Enzo lo arrastró hasta una habitación en medio de besos y Matías no prestó demasiada atención al lugar hasta que cayó sobre una cama. Se comenzó a percatar de Adónde llevaba la situación cuando Enzo ya estaba encima suyo.
Dejando besos perdidos por su cuello y sus labios, la mano de Enzo rozó su piel bajo su remera tocando su cintura.
