Es un Fanfic de romance entre los dos actores: Matías Recalt y Enzo Vogrincic.
Se sitúa tiempo después del lanzamiento de la película, cuando una fresca noche de verano con Enzo alcoholizado y Matías adormilado lo cambia todo sin que lo noten.
Se habían quedado en silencio mientras sus respiraciones chocaban, el aire de la habitación se sentía más denso para ambos.
Con lentitud la distancia entre ambos fue desapareciendo, Enzo la acortaba con leves acercamientos mientras a Matías el corazón le iba a mil.
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Su distancia sólo era un centímetro, los ojos de Enzo miraban los del chico con un anhelo desbordante, podía sentir su respiración y si se esforzaba quizás hasta escuchar su corazón.
Aún con las manos entrelazadas y sin una respuesta concreta Enzo se lanzó, el miedo fue una minoría comparado con el anhelo.
"¿Qué se supone que vas a hacer después de esto?"
Y pasó, esa complementación de almas mediante la satisfacción recíproca, es decir, un beso. Sus labios se juntaron, Enzo sintió la suavidad y el calor que tenían, había besado personas pero jamás pensó que lo besaría a él.
Matías se sintió encarcelado bajo el deseo, e indeciso en que hacer no hizo nada.
La mano de Enzo acarició con suavidad el rostro de Matías, y su corazón dió un vuelco en el proceso, sus labios se llenaron de emociones que no decía pero sentía.
El momento fue mágico para los dos por un instante, fugazmente encontrado bajo paredes de yeso y tapiz, con ventanas por las cuáles parecía que no pasaba el aire porque en ese momento dependían del oxígeno del otro.
Inesperadamente Matías se separó y bajó la mirada distanciándose de su tacto. Enzo analizó lo que habían hecho, fue tan rápido que no le dió tiempo a pensarlo. Apresurado busco algo que cambiara lo que había pasado pero de nada serviría.
-Mati...yo-
-No pasó nada.-respondió al instante mirando la ventana.-Tengo sueño, me desperté temprano...me voy a dormir..Enzo.
Afirmó tapándose con la sábana y dándole la espalda. Enzo lo miró desconcertado.
-¿Quéres que me vaya..?-preguntó frunciendo el ceño con una mirada triste.
-No, no, está bien.
Se acostó mirando al techo y después se giró mirando a Matías, suspiro porque se sentía culpable. Pensó en que estaba vulnerable y que eso lo llevó a permitir el beso, que el había confundido todo.
"Acaba de romper con la novia ¿en qué pensabas?" No lo hacía.
Enzo se reprochó tanto a si mismo como un hombre podía.
Más tarde, cuando ya eran casi las siete el Uruguayo despertó a Matías moviéndole el hombro con constancia.
-Eh...¿qué pasa?
El chico habló desconcertado y con los ojos casi cerrados. Enzo estaba ya cambiado junto a la cama y se veía despierto, parecía apurado.
-Mati, ya me voy. Te deje la llave en la mesa, son las cinco y algo. Está el taxi abajo, la señora de hoy a la tarde te trajo torta fritas, las dejé en la heladera pero no te olvides de sacarlas porque se van a poner como piedra. El buzo lo dejé en el mueble.
