—Nada esta mal, Louis. Simplemente aléjate.— Suspire, cerrando el casillero con fuerza y tratando de ignorar todo lo que tuviera que ver con el chico de ojos grises, que me traía como loca.
Había llegado una hora tarde al trabajo, ya que ayer por la noche, después de soportar los coqueteos de mi hermana contra Louis y viceversa en la cena, no pude dormir y cuando por fin pude hacerlo, había olvidado poner la alarma.
—No, Hayley. Llegas tarde al trabajo y ahora, ¿me evitas? ¿Qué esta mal?—Sus ojos buscaron los míos y tomó mi mano con la suya, causando muchos sentimientos extraños en mi estomago.
—No te estoy evitando.—Mentí.
—Estas enojada conmigo ¿cierto?—Preguntó y mordí mi labio, negando con la cabeza.
Estaba enojada conmigo misma. Desde un principio supe que yo no era suficiente para Louis, ¿entonces por qué jodidos deje crecer sentimientos por el chico?
—No estoy enojada contigo Louis.— Con mi otra mano, tome su mejilla y sonreí, una pequeña sonrisa que lo tranquilizaría.
—¿Qué es lo que esta mal, Hay?—Susurró, haciéndome soltar una pequeña carcajada por el tonto apodo que me había puesto el día en el que nos conocimos.
Entonces, cuando recordé el día de ayer, Louis mirando el culo de mi hermana, Louis coqueteando con mi hermana, Louis susurrándome al oído que mi hermana era hermosa, una idea llego a mí cabeza y no sabia si funcionaria pero trataría de hacerlo.
—Yo...tuve una discusión con mi novio...hoy por la mañana.—Mentí, sorprendiéndome por lo seguro que había sonado aquello. Louis frunció el ceño.
—No sabía que tuvieras novio.—No había ninguna pizca de enojo, tristeza o remordimiento en su voz, él no tenía celos.
—Es porque nunca me preguntaste.—Dije, decepcionada.—Él vive en...Florida.—Sus ojos se abrieron un poco y una sonrisa creció en su rostro.
—Demonios, ¿qué esta haciendo allá el chico?—Retire mi mano de su mejilla, y un sentimiento de tristeza corrió por mi anatomía al verlo tan despreocupado.
—Vacaciones.— Fue lo único que dije, ya que, odiaba mentirle, y entre más pronto dejáramos de hablar de esto, mejor.
—¿Y qué hizo ese tonto chico para qué discutieran?—. Sonrío un poco más.
Negué con la cabeza y suspire hondo, evitando el hecho de que, mi plan de darle celos no sirvió ni un poco, ya que, Louis no me miraba en la manera en que yo lo hago.
—Dejemos de hablar y vayamos al trabajo.—Dije, y el asintió, pasando su mano alrededor de mis hombros, pegándome a él.—Dime, Louis, ¿qué dijo tu mamá ayer por la noche?—Carcajee un poco mientras abríamos la puerta que nos llevaba a la parte superior del local.
Negó con la cabeza.
—Pensé que iba a pegarme con el cinto de papá.—Dijo, haciéndonos reír a ambos.
***
Cerré mi mano en un puño al escuchar la puerta abrirse por detrás. Mi corazón empezó a latir con más rapidez y rezaba por quien sea que este detrás mi, no sea Louis.
Pero Dios no había escuchado mis suplicas.
—¿Qué pasa?—. Louis río, sacando la mochila de su casillero.
—N-nada. ¿Qué tendría que pasar?—. Dije nerviosa.
—Pues no se, dime tú.—Lo mire colocarse su mochila.
—¿Te vas, tem-temprano?—Pregunte, por favor que diga que no, por favor.
—Sip, el jefe dijo que lo merecía.—Rodó sus ojos y sonrío.—Es hora de irme, Hayley, te veo mañana, ¿vale?—. Se acercó hacia mi, y envolvió sus brazos contra mí anatomía y no pude evitar sonreír ante su abrazo.
Sabia que no podía meter la nota en su mochila en este momento así que espere, tal vez para mañana.
Se despegó de mi, y un guiño fue su "adiós" del día. Sus piernas comenzaron a caminar hacia la puerta y una loca idea cruzo por mi cabeza.
«¡No lo hagas! ¿Estas loca?»
De amor, sí.
—¡Louis, espera!—. Grite, haciéndolo voltear de inmediato, con un ceño fruncido en su rostro. Tragué saliva.—Se te ha caído esto.— Mi mano se extendió, mostrando la pequeña nota que había escrito para el esta mañana, antes de salir de mi casa.
—¡Gracias, Hayley! Me hubiera decepcionado haber llegado a la casa y no encontrar ninguna nota.—Volvió a guiñarme un ojo, haciendo mis piernas temblar. Tomó la nota, me dio un ultimo abrazo y se fue.
Con mi corazón en su mano.
Nota #6
"¡Hola, Louis!Bueno, para ser sincera, esta es la novena nota que escribo hoy para ti, porque simplemente no encontraba las palabras adecuadas para expresarme bien.
Ayer por la noche, estaba pensando en ti ¿sabes? Es un poco tonto decirte esto ya que, pienso en ti todo el tiempo.
Pero, ayer, antes de dormir, mientras pensaba en ti, todo fue diferente para mi. Estaba pensando en lo bien que te veías cuando corrías tu pelo hacia atrás mientras mojabas tus labios, y no se cuando o cuantas lagrimas cayeron por mis mejillas, tal vez una, dos, tres, cuatro, treinta, no lo sé. Pero me di cuenta que estaba llorando por ti, porque, esto que siento, Louis, es real y es tan fuerte que duele.
¿Sabes porque duele?
Porque nunca seré suficiente para ti.
Con muchas lagrimas en los ojos,
Tú admiradora secreta."
>>>>
Nueva portada.|editado|