𝘼𝙡𝙜𝙤 𝙨𝙤𝙗𝙧𝙚 𝙣𝙤𝙨𝙤𝙩𝙧𝙤𝙨 [3]

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✧ ── Puede que yo no sea la persona indicada. ── ✧

Me levante, dejando mi bandeja junto a las demás, no tenía mucha hambre, me dirigía a los baños. Salpicaba mi cara, me miraba en el espejo, me sobresalte, pues se había cerrado la puerta, había sido estruendoso, incluso mi corazón comenzó a palpitar más rápido, me calmé. Fui hacia la puerta para abrirla, pero algo me detuvo, una voz.

—Ábrela y considérate muerto —voltee, pero no parecía que hubiera alguien.

—Seas quien seas, da la cara, no te temo, además, no se que quieres conseguir con esto.

—Muy fácil, que te largues —me costo un poco reconocer su rostro, pero en cuanto lo vi bajo la luz, vaya que no sabía quién era, pero no estaba solo, estaba acompañado de dos jóvenes.

—Eh, ¿razón?, aparte, no se quien rayos eres.

—Soy Moritz —se acercó más hacia a mi—, y tu no eres más que una escoria, creyéndote de los mejores, pero solo eres un asqueroso, por eso nadie se sienta junto a ti, todos los de tu calaña deberían ser extinguidos.

—Oye cálmate, no se que he te hecho, aunque bueno, no es mi culpa que sea mejor que tú, porque ni siquiera sabía quién eras antes de presentarte —me estampo en la pared, me queje, maldición, me hubiera quedado callado, se acerco más a mi, nuestras caras estaban casi a centímetros, podía sentir su aliento.

—No te preocupes por eso, ya nos iremos conociendo, chicos, podemos empezar a divertirnos, nadie nos molestará, ¿quién querría salvar a una escoria como tú?

Por un momento sentí ese miedo, ese que tenía en mis sueños, pues era a lo desconocido, en cuanto chasqueó los dedos, mi vista no lograba enfocar, no lograba escuchar ciertas partes de lo que decían, solo sentía como mi cuerpo ardía, trataba de cubrirme, intenté defenderme, pero eran tres contra uno, ¿qué podía hacer?

¿Lo bueno de todo esto?, bueno si es que había algo bueno, es que casi no golpearon mi rostro, sin embargo, mi cuerpo no corrió la misma suerte. Lo último que había visto era como me escupían, dejándome ahí tirado, como si fuera basura. Solo me quede ahí, sin el miedo de que alguien me encontrara y me llevaran ante los superiores (eso ya no me importaba, incluso si me castigaban), solo pedía que alguien me encontrará. Mamá, padre, amigos, ¿dónde estaban?, los necesito.

Po-por favor... que alguien me encuentre... —mi voz se quebró, no me salía la voz, solo empece a sollozar.

Pero nadie venía, como pude intenté levantarme, pero todo me dolía, ni siquiera los adiestramientos de los profesores eran tan severos, me arrastre, como si fuera un animal, lo peor es lo que había dicho ese chico, tal vez tenía razón, ¿quién querría salvarme?, exacto. Nadie.

¿En 1928 todo empezó a ir mal?, tal vez, hubo una serie de acontecimientos, como si una bola de nieve se tratara, cada vez se hacia más grande, como había dicho, en 1926 fui seleccionado, como estaba entusiasmado me esforzaba, mis padres siempre lo decían: "tu debes ser el mejor, si hay alguien mejor que tu, esfuérzate y supéralo". Lo hice o es lo que creo que hice, me esforzaba, si me equivocaba me castigaban los superiores, cuando acaban mis castigos me ponía a practicar, aún no me considero el mejor, pero lo estoy intentando, pero al parecer no le pareció a Moritz y sus lamebotas, quise ser el valiente de la historia, no salió como quisiera.

Las primeras veces me llevaba a rastras, ya sea al almacenamiento o en el baño, siempre me aventaban, mi espalda y posaderas ya estaban adoloridos, me daba miedo que llegara fracturarme algo, luego de eso me levantaban para estamparme y golpearme, como si fuera un saco de boxeo, me insultaban en el el acto, despreciándome, recordándome lo miserable que soy y que a nadie le llegare a importar, yo solo podía quejarme del dolor causado y taparme la cara, porque si trataba de protegerme me iría peor, aprendí eso a la mala. Después ya no era necesario que me arrastraran a esos lugares, solo bastaba una mirada y señalamiento para que fuera, ¿por qué iba?, ¿por qué simplemente me abstenía y le decía a alguien?, ja, eso sería un privilegio, algo que no poseo, nada puedo ofrecer.

Algo sobre nosotros [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora