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Aenys:
Me despierto temprano en la mañana mi hermana se fue tarde, luego de un rato de charla llego Julia, está muy feliz, su relación con Alberto es muy buena, se merece ser feliz, ha sufrido tanto, las tres lo hemos hecho
Me duele el cuerpo, demasiada acción por un día, estoy cubierta de morados y no es como que tuviera mucha ropa, me dirijo al almario por si quedo algo de mi anterior estadía, pero me encuentro con un guardarropa repleto, este hombre cada vez da más miedo jiji
Encuentro un vestido verde agua precioso, me coloco uña sandalias de cuero que se cruzan hasta mis pantorrillas, están muy lindas, pero se ven algunas marcas antiguas y moretones, pero ya no me importa, dejare de esconderme, sobreviví a él, siempre seré eso, una sobreviviente y estoy orgullosa
Bajo las grandes escaleras hasta llegar al comedor solo faltaba yo, el me mira como si de algo divino me tratarse, no me acostumbro a esa mirada, esa que tanto temía, esa que posee en mis pesadillas, el sierra sus párpados y yo desvió mi mirada
-Buenos días
-Buenos días dormilona, oooo,te hiciste mucho daño ayer-pregunta mi hermana preocupada
-No, solo rasguños, nada grabe, sanarán dentro de unas horas y Mar
-Salió temprano, ¿sabes a qué? -le aconseje aclarar las cosas, lo necesita, necesita enfrentar el problema, no quedarse callada y darle la razón, así podrá tomar una decisión y sabrá lo que siente realmente
-Para nada, quizás a comprar algún libro-me encojo de hombros
-Hola, hola -esa voz, Danielle
-Oooo , Dios mío, pequeña -me abraza con fuerza ella descubrió cuando mate a Oberyn ,me quedé ahí bañando en sangre, desnuda, en chok, entró a la habitación y me ayudó a escapar o por lo menos a llegar hasta el despacho para hacerlo
-Hola-me sonríe tiernamente, mira a Oberyn y luego a mí, como si se estuvieran comunicando, probablemente lo hagan por el vinculo
-Dios has crecido tanto-toma mi mano dándome media vuelta- eres una mujer preciosa, es un delito ser tan hermosa -hace cosquillas en mi pasa y me carcajeo, es tan fácil hacerme cosquillas
-Dónde está mi hermano -habla Ernesto ambos se dan un fuerte abrazo, mi hermana corre a sus brazos mientras se escucha un gruñido detrás, Alberto, lo miramos y sonríe apenado disculpándose
-Por la diosa pequeña, pero que grandes estas, te le fuiste delante a tu hermana -me abraza mientras Julia refunfuña y se escucha un nuevo gruñido, pero este sí que da miedo, Oberyn, de igual forma reímos, él se carcajea mostrando esa hermosa y perfecta sonrisa, haciendo que sus colmillos sobresalgan, son muy bonitos, aaaaaa pero en que pienso. Se ríe, leyó mi mente porque su sonrisa se hace más amplia y pasa su lengua por la punta de uno de ellos, mis mejillas se tiñen de rojo mientras un extraño calambre recorre mi intimidad, sacudo la cabeza queriendo borrarlo, pero para mí desgracia él lo noto y no fue el único, todos nos miran como si de un par de dioses nos tratáramos
Definitivamente tengo que encontrar una forma de bloquearlo, de que no lea mis pensamientos. De un momento a otro Ernesto se pone a buscar como loco, busca por toda la habitación, frunce el ceño y destruye algunos jarrones
-Que está pasando -pregunto preocupada, la puerta se abre y por ella entra una feliz Mar que es estampada contra la pared
-Mia-pronuncia de forma posesiva Ernesto mientras une su cuerpo al de ella, que tiene cara de no gustarle nada esa situación. Lo separa de un fuerte empujón
-Pero enloqueciste, no te me acerques-su voz es firme
-Que no me acerque, tengo que soportar que vengas con el olor de otro, que me restriegues que acabas de acosarte con otro, en serio me dirás que me aleje, estás loca, eres mía-sus mejillas están rojas, pero sé que no se quedara así, lo mira enfurecida
-No quiero que te me acerques, me oyes, me importa poco que no te guste que me acueste con mi novio, pero lo seguiré haciendo cuantos beses me plazca y sabes porque, porque es mi novio y por supuesto porque no soy tuya -la irá nubla los ojos del, se le abalanza, pero no, no le hará daño, lo agarro fuertemente estampándolo contra la pared delantera, no sé de dónde saque tanta fuerza
-Que no se te ocurra acercártele a mi hermana, no sabes de lo que soy capaz, te mataría sin pensarlo -algo paso, lo sé por el silencio sepulcral que hay en la sala y su cara de tonto
-Estás bien -pregunto tan dulcemente a mi hermana, ellos continúan mirándome extraño, mi mirada choca con la de Oberyn y un destello carmesí aún más profundo lo recorre, mueve su cabeza como queriendo borrar ese sentimiento, ¿qué está pasando?
