Lisa Manobal lidia con las insinuaciones de su mejor estudiante, Jennie Kim, quien interfiere con sus planes de escribir un nuevo libro.
¿Cederá a los encantos de Jennie Kim antes de que termine el año?
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Contenido Sadomasoquista
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Punto de vista de Lisa Manobal
Llegaba tarde a mi primera día de trabajo, y todo por qué Rosé no se dignó a acompañarme hacía el aula donde daría las lecciones. Avancé por el pasillo interminable de la escuela, hasta llegar al final donde se encontraba la escalera que subía hacia el primer piso. Aliviada, caminé hacia ella tranquilamente, a la vez que repasaba internamente el diálogo que me había preparado para mi presentación hacia los alumnos.
"Mi nombre es LaLisa Manobal y soy vuestra nueva profesora de literatura..."
No, suena muy aburrido. Si les hablo de esa manera solo van a ignorarme.
"Buenos días imbeciles, soy vuestra nueva profesora de lengua y aquí se hace lo que yo diga..."
Nah... Muy directo y coloquial. Nadie me tomaría enserio y seguramente me despidan por ese horrible vocabulario...
" Buenos días, como veréis no soy vuestra profesora habitual de lengua y literatura. Me presento, mi nombre es Lisa y soy vuestra nueva profesora de literatura inglesa."
Si, creo que así está mejor.
Después de todo quería aportar algo más que solo aburrimiento entre clase y clase hablando sobre sintaxis y Romeo y Julieta.
A lo lejos divisé la clase que me correspondía, la puerta estaba cerrada algo que me extrañó por que los alumnos deberían de estar dentro.
"Bien, Lisa... Frialdad ante todo." Me dije a mi misma para ayudar a calmar mis nervios.
Estaba segura de que no quería ser la típica profesora débil de la que se aprovechaba todo el mundo. Por lo que me habían contado, los alumnos de último año eran difíciles de tratar. Pero no iba a dejarme manipular tan fácilmente.
Abrí la puerta de par en par con seguridad, dispuesta a encontrarme con una clase extremadamente caótica. Pero me sorprendí al no ver a nadie en el interior.
¿Dónde está todo el mundo?
Cerré la puerta tras de mi, dispuesta a dirigirme hacia mi escritorio.
Observé mi reloj en mi muñeca, la hora de entrada era a las nueve en punto y pasaban las nueve y diez.
Suspiré cabreada poniendo los brazos en jarra observando la clase.
Antes de que pudiera acercarme a mi asiento, escuché un estruendo detrás de la puerta, me di la vuelta tan rápido como pude, al asustarme. Antes de dar la vuelta al completo una chica vino corriendo hacia mi, chocando contra mi cuerpo. Intenté sujetarla para que no se cayera pero ella me agarró del cuello de la camisa, empujándome, cayendo directamente al suelo, encima de ella.
