43 - Descontrol

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Punto de vista de Jennie Kim

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Punto de vista de Jennie Kim.

– ¿Por qué hiciste eso?

– Vamos, no exageres...

– ¿Qué no exagere? ¡Nos pusiste en peligro!

Rodé los ojos por su histeria. Ambas estábamos en el sofá, disfrutando de un agradable silencio que era interrumpido por la madera crujir en las llamas de la chimenea. Era un día lluvioso y agradable, estábamos acurrucadas, charlando entre risas y besos, hasta que por más que fuese inevitable, tuvo que sacar el tema de lo que pasó en la cafetería. Parece ser que a la Señorita dedos largos no le gustó verme allí junto a Jisoo. Aunque no pensaba lo mismo cuando tenía mi mano metida en su falda, recorriendo la tersa piel de sus largas y esbeltas piernas...

Perdón, ¿Por dónde iba?

Ah, sí.

Manobal está enfadada por que tonteé con ella frente a su mejor amiga y mi plan para manipular a Rosé, para así poder trabajar juntas en el baile de final de trimestre.

– ¿No comprendes que ella pudo sacar las cosas de contexto? Te dije que te mantuvieras al margen.

– ¿Y desde cuándo te hago caso? — Entre cerró los ojos y se cruzó de brazos.

Creo que he sonado más molesta de lo que pensé.

– No puedes desobedecerme. – sonó con tono severo.

Su voz gruesa hizo que mi pecho vibrara por unos segundos.

– Fuera de la cama, puedo hacer lo que quiera. — me quejé. — Además, lo que hice nos benefició a ambas, ahora podemos estar juntas sin que nadie sospeche de lo nuestro.

Rió incrédula con voz grabe.  

– Rosé no es tonta. A estas alturas debe de saber algo. No estás siendo cuidadosa. Cada vez que te pido un poco de discreción, tú solo te lanzas del avión en marcha y sin paracaídas.

Medité sus palabras por un segundo.

– Ya te dije que no era mi plan. Yo solo quería ir de compras, Jisoo fue quien lo propuso.

En cuanto pronuncié ese nombre noté como todo su cuerpo se tensó. 

– ¿Quién es esa chica? – frunció el ceño con molestia. – ¿Desde cuándo la conoces?

Conocía ese tono. Noté una pizca de recelo en su voz. Apreté mis labios para evitar sonreír.

– Somos muy cercanas, es importante para mi... — jugué con mis palabras y un mechón de mi cabello.

Entrecerró los ojos con molestia ante mi provocación y se levantó del sofá de mala gana.

– Así que, sigues a una desconocida y haces lo que ella dice, pero cuando se trata de mi no eres capaz de obedecerme...

𝑻𝑬𝑨𝑪𝑯𝑬𝑹'𝒔 𝑷𝑬𝑻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora